Huele a barra, a bar y a aperitivo clásico. Es tiempo de sacar las mollejas de la nevera para lucir a la plancha una de las formas más tentadoras que hay de comer casquería, con este corte fino que hoy traemos a costa del cordero.
Podemos hacer también mollejas de cordero en salsa o de otros animales, como ya te hemos contado en otras ocasiones, pues hay opciones de mollejas de pollo —que son más suaves— o de ternera, que tienen algo más de chicha. Y podemos servirlas con otro clásico de bar, los higaditos de pollo encebollados.
En esta ocasión las vamos a hacer simplemente a la plancha, pero también podéis hacer un pequeño majado de ajo y perejil o, en función del tipo de mollejas, hacer alguna salsa. Si se aceptan sugerencias, bastante bien les van las que se hacen con vinos de Jerez.
Además de eso, lo único que debemos tener claro cuando vamos a cocinar mollejas de cordero es que deben estar bien limpias, ser bien frescas y que hay que quitar el exceso de grasa que puedan tener.
Lo más relevante antes de enfrentarnos a la casquería es tener claro que es muy fresca. Si empieza a tener olores demasiado intensos, como de amoníaco, mejor desecharla. Además de eso, hay que desangrarlas bien.
Para las mollejas basta con meterlas en un bol con agua fría y hielo durante un día, bien guardada en la nevera, cambiando el agua dos o tres veces.
Al día siguiente, bien escurridas y desangradas, las dejamos atemperar un rato antes de cocinarlas. Cuando estén atemperadas, quitamos el exceso de grasa que puedan tener y nos ponemos en marcha.
Solo necesitamos añadir un chorrito de aceite sobre una sartén, subir el fuego hasta que esté bien caliente y añadir las mollejas. Bajamos el fuego a un fuego medio y doramos las mollejas en entero un par de minutos por cada lado. Retiramos, salamos y servimos inmediatamente.
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Con qué acompañar las mollejas de cordero a la plancha
Depende de cómo concibamos estas mollejas, si como aperitivo o ya como plato principal, podemos escoltarlas de diferente manera. Nunca le van a venir mal unas patatas fritas en cuadraditos, pero podemos apostar por ampliar el repertorio de plancha en el aperitivo.
Si queremos seguir al ritmo casquero, unos riñoncitos encebollados pueden ser una buena opción. Para cambiar el tercio, pero seguir en ese perfil de casquería, podemos preparar unos escalopes de foie a la plancha, que también dan un gran resultado.
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