Hoy os queremos enseñar a preparar un Garibaldi un cóctel italiano hecho con dos ingredientes que resulta perfecto para variar del Aperol spritz, o del cóctel que os enseñamos hace unos días, el spritz de limoncello.
Elaborado solo con zumo de naranja y Campari, es un cóctel muy agradable, con menos alcohol que otros clásicos como el Negroni y que os gustará probar, si aún no lo conocéis. Al hacerse con zumo de naranja, obviamente está mucho más rico si se hace con zumo natural y no con zumo embotellado.
El cóctel Garibaldi es una buena alternativa a otras bebidas cortas y refrescantes y puedes servirlo tanto como aperitivo, antes de la comida, como al terminar esta, alargando la sobremesa. También es perfecto para refrescar a media tarde.
Preparar el cóctel Garibaldi es muy sencillo. Elige una copa que tenga buena capacidad y mete dentro tres piedras de hielo. Después, añade una medida grande de jigger llena de Campari y echala dentro con cuidado.
Exprime las naranjas y rellena la copa con el zumo obtenido, casi hasta llegar al borde. Después decora con una rodaja de naranja fresca o mejor con media rodaja deshidratada que dará el toque elegante a tu presentación.
Sirve inmediatamente el cóctel para que llegue bien frío y ten la precaución de llevarlo acompañado de alguna pequeña guarnición o complemento, porque a palo seco todos los cócteles con alcohol pueden ser traicioneros.
Con qué acompañar el cóctel Garibaldi
Para acompañar el cóctel Garibaldi, podéis servir unas olivas o aceitunas, o si lo preferís, unos pistachos o cualquier otro fruto seco que os guste. Al ser un cóctel fresco y no excesivamente alcohólico, puedes combinarlo incluso con galletas saladas o patatas fritas ya que con cualquiera de estas opciones, combina muy bien.
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