Junto al Old Fashioned y al Whisky Sour, seguramente el Manhattan sea uno de los cócteles de whisky más famosos e icónicos y, como sus dos primos, es un cóctel bastante fácil de hacer y que cualquier bartender que se precie debe saber poner en marcha.
Sus ingredientes oficiales son tres: whisky americano, martini rojo y unas gotas de amargo de angostura, además de la típica cereza de marrasquino para la decoración y que no faltará en nuestra receta.
Es un short drink potente con bastante alcohol, por eso es importante que se tome frío y rápidamente —pero con cuidado, porque pega bastante—, pero es perfecto para una sobremesa, un afterwork o para disfrutar de un momento de calma.
Como siempre que hacemos cócteles, aparte de recordaos que bebáis con moderación, también os insistimos en que utilicéis buenos destilados para hacerlos porque mejor será el resultado final de vuestros tragos.
Se ponen tres hielos en la copa donde se vaya a servir y se mueven para enfriarla. Se ponen todos los ingredientes menos la cereza en una coctelera junto con cuatro hielos.
Se mezcla con una cucharilla de coctelería durante 15 segundos. Desechamos los hielos del vaso y colamos los hielos de la coctelera.
Por último, servimos en copa de martini y decoramos con la cereza.
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Con qué acompañar el cóctel Manhattan
Si se toma como aperitivo y con calma, unos frutos secos o unas aceitunas son suficiente compañía, junto a unas patatas chips, para que disfrutemos de él sin pasarnos. Otra opción es maridar el cóctel con algún plato más potente, pero en este caso es mejor no quitarle protagonismo.
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