Quien tiene un amigo, tiene un tesoro. Y quien tiene un microondas, aunque no le responda ni le pueda pedir consejo o dinero, también tiene un buen amigo en forma de electrodoméstico. Denostado por cierto intelectualismo gastronómico, empeñado en relativizar las virtudes del microondas, la realidad de este pequeño aliado es tan práctica como barata y cotidiana.
Perfectamente seguro, el microondas llegó a nuestras vidas para facilitar las tareas de recalentado de muchísimas recetas. Sin embargo, también le podemos sacar cierto partido en la cocina, como sucede con el entrante que hoy os ponemos en bandeja.
Se trata de un pastel frío de espárragos blancos y queso parmesano, un recetón fácil y barato para el que puedes recurrir a espárragos en conserva y que vas a tener listo en apenas 20 minutos. Por un lado, 10 minutillos de elaboración y por el otro, otros diez de cocción serán suficientes para sorprender.
La esencia es muy parecida a otro tipo de pasteles y pudines que solemos tener en nuestra cabeza como sucede con el pastel de cabracho o alguna receta algo más verde como puede ser el pastel de puerros.
Aquí los protagonistas vuelven a ser muy sencillos y fáciles de tener a mano. Tanto que puede ser una receta de fondo de despensa, pues la base se compone de espárragos en conserva, de queso parmesano rallado y de huevo. Si no tenéis parmesano no pasa nada, pues se puede hacer con cualquier queso curado que tengáis a mano, aunque os recomendamos que no sea potentísimo.
Respecto a los espárragos, tres cuartas partes de lo mismo. Podéis cocer espárragos blancos, que ahora están en temporada, pero también podéis usar los típicos espárragos en conserva. Además, como la receta va a ir con los espárragos triturados, podéis utilizar en ella algunos que no sean especialmente gruesos, dejando solo los más aparentes para la decoración exterior.
Por lo demás, poca ciencia. Trituramos espárragos, huevos, queso y un chorro de nata y lo distribuimos en un molde que sea apto para microondas y para horno, pues esta receta se puede cocinar de las dos maneras. Luego solo habrá que dejar reposar el resultado tras cocinarlo y consumirlo frío, cortado en rebanadas, con una pizca de mayonesa si os apetece.
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