De vez en cuando no me apetece un plato de pescado pero sé que toca en mi menú algo de mar, así que recurro a esta receta de chipirones guisados que se preparan de forma muy sencilla y al estilo de toda la vida. Además es un ingrediente relativamente económico comparando con el precio al que está ahora el pescado, así que mejor que mejor.
Si tenéis la suerte de poder prepararlo con unos excelentes chipirones frescos pues sois muy afortunados, pero por lo general lo que vamos a encontrar son los descongelados que también nos sirven perfectamente para realizar este plato, en el que quizá lo más tedioso de todos sus pasos sea limpiarlos.
Comenzaremos limpiando el interior de los chipirones y cortándolos en trozos, aprovechando también los tentáculos. Picamos menudo la cebolla, el pimiento verde y el ajo. En una cazuela de fondo grueso añadimos el aceite a calentar, una vez caliente añadimos las verduras y las sofreímos hasta que estén doradas durante unos minutos. Añadimos los chipirones y los freímos otro poco hasta que los veamos “enroscados” y los salamos.
Añadimos el pimentón, removemos y seguidamente añadimos la salsa de tomate frito casera, el laurel y vertemos el vino blanco, dejándolo cocinar unos tres minutos para que se evapore el alcohol. Posteriormente añadimos el agua o el caldo de pescado si lo tenemos. Cocemos durante media hora, rectificamos de sal y servimos bien caliente.
Con qué acompañar los chipirones guisados
Los chipirones guisados son un plato genial para diario. Yo los suelo acompañar con un arroz blanco olla expres, pero si os gustan las patatas fritas y os las podéis permitir, también están exquisitos con ellas. Además es un plato que congela muy bien, por lo que podéis preparar más cantidad y tener la comida hecha para otro día.
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