En España vivimos bajo una sabrosa dictadura si hablamos de recetas con pulpo. No niego que el pulpo a la gallega sea una exquisitez –porque lo es–, pero es cierto que esta tradicional preparación del pulpo a feira ha eclipsado a muchas otras preparaciones con este cefalópodo que encontramos por España.
Es lo que sucede en cierta manera con el pulpo al horno, una receta muy tradicional y muy sencilla de la cocina murciana que nos permite tener un aperitivo digno de reyes sin complicarnos la vida en la cocina lo más mínimo.
De hecho, parte de las ventajas de esta receta de pulpo al horno está en que podemos partir de pulpo congelado –de hecho, es lo recomendable– y que no necesitamos más allá de cinco o seis ingredientes y un poco de paciencia.
Lo bueno de la receta, aunque es algo larga –que no complicada– es que nos permite estar muy poco pendientes del horno y que vamos a conseguir que el pulpo se cocine con el propio agua que va soltando, dejando un resultado muy jugoso y aromático al que luego es difícil resistirse.
Cerveza, vino blanco, laurel, pimienta negra, limón y pulpo. Estos son las protagonistas de este idilio donde lo único que hay que hacer es poner el pulpo –entero y congelado– en una fuente alta apta para horno e ir cocinándolo allí, jugando con un par de momentos en los que lo destapáremos para que también tenga una textura ligeramente tostada y crujiente.
Muy fácil de resolver e ideal para dar de comer a un regimiento a base de pulpo, la receta se puede aprovechar para consolidar con un tapeo muy murciano donde también podemos incluir el típico zarangollo, que es muy sencillo, o dar una nueva vida a la ensaladilla rusa para hacer las típicas marineras –con su anchoa en salazón– o sus marineros –con el boquerón en vinagre–, o dejarnos tentar por una sencilla ensalada murciana.
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