No es que a unas buenas lentejas les haga falta mucho más para ser un platazo de esos que siempre apetecen. Por algo mi madre me inculcó la costumbre de tomarlas una vez a la semana, hábito que mantengo todo el año. Pero a veces pruebo a darles un toque especial para variar, y creo haber dado con el definitivo.
Se pueden mejorar tanto las lentejas guisadas de toda la vida como unas lentejas guisadas sin grasas, solo con verduras. Si te gusta darle un puntito picante a la comida, prueba a echarles un poco de mojo picón y ya no querrás volver atrás.
Cuidado, eso sí, con la cantidad, ya sabemos que este producto típico de la cocina canaria puede ser muy intenso y no apto para paladares más delicados. Puedes usar un mojo comercial elaborado en las islas, o te puedes animar a hacer tu propia receta de mojo picón casero, ajustando así el nivel de picante a tu gusto.
Es una salsa que aguanta mucho tiempo en la nevera y que en casa nos gusta tener siempre a mano para dar más sabor a verduras, patatas de todo tipo o carnes asadas o a la plancha. Pero ahora también se ha convertido en un aderezo imprescindible de nuestras lentejas semanales, y hace que no eches de menos el chorizo.
En DAP | Ni chorizo, ni morcilla: esta es mi carne favorita para añadir a las lentejas sabor y proteínas