Esta receta está pensada para ser rápida y sin complicaciones, perfecta para cualquier día de la semana. Funciona como guarnición de carnes o pescados, e incluso se puede añadirle proteínas como pollo o tofu directamente a la misma sartén para una comida más completa.
Lo atractivo es su versatilidad, que combina la suavidad del calabacín con la terrosidad de los champiñones, dando como resultado un plato tan simple y delicioso que querrás sumar a tu menú diario.
Tomar el ajo y picar finamente o rallar. Cortar el calabacín en medias lunas y los champiñones finas láminas. Calentar una sartén grande o un wok a fuego medio y añadir la cucharada de aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente, pero sin humear, ya está listo.
Añadir el calabacín y saltear unos 3 a 5 minutos, hasta que empiecen a dorarse y haya soltado su agua. Es importante no amontonarlos para que se doren bien. Incorporar los champiñones fileteados a la sartén con el ajo picado. Saltear de 7 a 10 minutos más, removiendo ocasionalmente, hasta que los champiñones esté tiernos pero aún ligeramente crujientes. Mover la sartén del fuego y sazonar con la sal, pimienta negra y hierbas provenzales. Servir a temperatura.
Con qué acompañar el salteado
Este salteado de calabacín y champiñones se presta a una gran variedad de acompañamientos, una opción clásica es combinarlo con pasta integral, o bien una porción de arroz integral o el cuscús absorben muy bien los sabores y añaden una textura interesante al plato.
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