No es un mito: en España hay un déficit generalizado de vitamina D más acusado que en otros países con menos horas de sol. La causa es multifactorial, pero, aunque se suele deber a que nos exponemos menos al sol en las horas adecuadas, podría haber otro motivo oculto dentro de nuestro propio organismo, como advierte el médico Jesús Vázquez: “Cuando hay carencia de vitamina D, no suele ser por falta de sol”, apunta en una publicación de su clínica Nutrivazquez.
Por mucho que recibamos la luz solar necesaria recomendada, y aunque sigamos una dieta con alimentos ricos en vitamina D o tomemos suplementos, si hay problemas digestivos, podríamos no estar absorbiéndola bien.
El especialista apunta en concreto a tres causas frecuentes que pueden estar causando esa falta de la vitamina del sol: un sistema digestivo inflamado, especialmente los intestinos, con problemas de microbiota; un hígado irritado; o riñones que no funcionan del todo bien. Los tres son órganos esenciales en la digestión y asimilación de los nutrientes que ingerimos, si uno falla, nuestro organismo puede sufrir déficits que afectarán a la salud.
Además, la literatura científica confirma que detrás de este déficit suele haber causas intrínsecas vinculadas a otros desórdenes y enfermedades digestivas, como la celiaquía, la enfermedad de Crohn, cirossis, insuficiencia pancreática o colostasis crónica.
Además de consultar con profesionales sanitarios para localizar y tratar el posible problema, es importante no descuidar la ingesta adecuada de vitamina D y mantener la suplementación también en verano, si nuestro médico nos la ha pautado, sin descuidar otros aspectos como la exposición solar adecuada. Según estudios recientes, más de la mitad de la población española, entre el 50 y el 60%, tiene un nivel insuficiente de vitamina D (menos de 30 ng/mL).
Esta vitamina liposoluble no solo es crucial para una buena salud ósea, ya que facilita la absorción del calcio, también juega contribuye al desarrollo muscular, interviene en el crecimiento celular y en la coagulación de la sangre, entre otras funciones esenciales.
Imágenes | Nutrivazquez - iStock