Tras un nombre tan peculiar como Txluetaco 8000 Inferno se esconde una de las propuestas más atractivas de la empresa española Cecotec en lo que a tecnología culinaria se refiere.
Aunque su forma puede recordar a un horno, estamos en realidad ante un grill de alta temperatura que alcanza 850°C gracias a una resistencia de cuarzo situada en la parte superior.
Esta resistencia permite preparar en cuestión de minutos todo tipo de alimentos que, colocados sobre una parrilla de hierro fundido, se cocinan de forma muy similar a cómo quedarían en una barbacoa, pero con la fuente de calor invertida. El calor viene por arriba, no por abajo, lo que, veremos, cambia la forma en que cocinamos.
Como bien indica su nombre, el invento es especialmente útil para cocinar grandes piezas de carne como chuletones, difíciles de manejar para que queden bien en otro tipo de parrillas domésticas, pero da para mucho más.
Contenido de la caja
El Txuletaco 8000 Inferno tiene unas dimensiones de 36 x 38 x 39,5 cm, un tamaño algo superior, sobre todo en altura, al de un microondas convencional. Ocupa lo suyo, pero se puede apañar en una esquina de casi cualquier cocina.
La caja incluye, además del Txuletaco en sí, la parrilla de hierro fundido, una piedra para hacer pizzas, dos bandejas recogegrasas (que sirven también para cocinar), un mango para sujetar las parrillas y las bandejas, unas pinzas, un termómetro y una pala para introducir las pizzas, además del manual.
Como hemos comprobado en otros aparatos de Cecotec que hemos probado recientemente, el manual no hay por dónde cogerlo. Está escrito en un castellano deficiente, apenas explica cómo cocinar los distintos alimentos, y no tiene, siquiera, una tabla de tiempos y temperaturas, que hemos tenido que descubrir por nuestra cuenta. Miento, si tiene una tabla de tiempos para hacer pizzas, pero no acierta.
Dado esta falta de información, hemos tenido que experimentar con los distintos cocinados que queríamos probar. Por suerte, no es un aparato nada complejo de utilizar y en seguida se le coge el truco.
Manos a la obra
Tras lavar el interior del aparato, y sus accesorios, algo imprescindible antes de utilizarlo por primera vez, nos ponemos manos a la obra. El funcionamiento de la máquina es muy sencillo, solo hay que seleccionar la temperatura del grill, que va de los los 380 hasta los 850°C, y el tiempo que queremos que esté funcionando desde que se alcanza esta temperatura.
Lo primero que comprobamos es que, pese a que el aparato consume lo suyo –tiene una potencia de 2200 vatios– este gasto de energía se compensa con su rapidez. El grill se precalienta en solo tres minutos, y la mayoría de cocciones no llevan más de cinco, por lo que no suele estar demasiado tiempo encendido (excepto si vamos a cocinar pizza). Gasta parecido a un horno, pero cocina mucho más rápido.
Durante las dos semanas que hemos estado probando el aparato hemos cocinado de todo: distintas carnes, pescados, verduras y pizza. Y estos han sido los resultados.
Chuletón
El cocinado de grandes piezas de carne como chuletones es el gran reclamo de la máquina, y no defrauda ni un poco en este sentido. La alta temperatura del grill permite emular a la perfección una barbacoa, con resultados excelentes, que creemos no se alcanzan con ningún otro grill eléctrico.
Hemos cocinado dos chuletas: una de vaca y otra de cerdo ibérico –un lanzamiento reciente de Joselito–. Si tenemos la chuleta a temperatura ambiente, algo imprescindible para obtener buenos resultados con cualquier grill, basta precalentar el aparato a máxima potencia y, cuando se alcanza la temperatura, cocinar la pieza sobre la parrilla dos minutos por lado.
A mitad del cocinado, se extrae la parrilla con su mango, se da la vuelta a la pieza con unas pinzas, y listo. Luego solo hay que salar y trinchar, y la carne queda buenísima: bien jugosa por dentro y algo churruscada por fuera.
Ahora bien, dado que son piezas con mucha grasa se monta una buena humareda en la cocina e, incluso, se generan llamas en el interior de la máquina que, entendemos, entran dentro de lo previsto. El Txuletaco cuenta con un ventilador trasero que funciona en todo momento, pero es importante poner también a funcionar el extractor de la cocina.
Pollo y hamburguesas
No parece que tenga mucho sentido gastarse los 350 euros que cuesta este aparato solo para hacer chuletones, algo que nadie come todas las semanas, pero por suerte la máquina sirve para clavar muchas otras piezas.
Siguiendo el mismo esquema que el chuletón, pero con tiempos menores, hemos cocinado hamburguesas, pechugas de pollo o secreto de cerdo.
Todo ha quedado genial. El exterior queda crujiente y el interior jugoso. Además, al ser un grill, en el caso de las hamburguesas, tras cocinar los dos lados, se puede volver a meter la pieza con queso encima y se derrite en cuestión de segundos.
Verduras
El Txuletaco también sirve para cocinar verduras y, además, se pueden hacer a la vez que la carne.
Al cocinar una de las chuletas, en la bandeja recogegrasas que hay que poner siempre debajo de las chuletas, hemos puesto pimiento y cebolla, que se hacen en solo 5 minutos, lo que tardas en hacer la carne por ambos lados, y con el añadido de la grasa que suelta la pieza.
Por supuesto, también se pueden cortar calabacines, berenjenas o cebolla y cocinarlas a la parrilla.
Pescado
Aunque no parece el principal reclamo del aparato, quizás lo que más nos ha gustado como queda es el pescado. De nuevo, basta poner las piezas sobre la parrilla y hacerlas unos dos minutos por lado. En este caso a 700 grados, no 850, para que se cocine bien por dentro (aunque esta es una conclusión a la que hemos llegado nosotros, porque el manual al pescado ni lo nombra).
Hemos cocinado unos salmonetes y estaban exquisitos, como cocinados en parrilla. El único problema que vemos es que, con las dimensiones del aparato, es imposible cocinar otros pescados más grandes como lubinas, doradas o rodaballos, que, sencillamente, no caben. En este caso habría que separar los lomos, y ya no es lo mismo.
Hay que recordar que esta máquina no es un horno. Sirve para cocinar pescado a la parrilla, no al horno. Lo que nos lleva al siguiente y fatídico punto.
Pizzas
Una de las novedades del Txuletaco 8000 Inferno, que se anuncia a bombo y platillo, es que incluye una piedra y una pala para cocinar pizzas. Y, sí, las incluye, pero hemos sido incapaz de cocinar una pizza decente con el aparato.
Según el manual de la máquina, basta precalentar la piedra durante 15 minutos para, después, cocinar las pizzas 25 segundos a 850º. El problema es que, en este tiempo, la piedra no se calienta lo suficiente y, además, como el aparato no es un horno (no tiene ni puerta), la pizza se cocina de forma completamente desigual. En 25 segundos se empieza a churruscar la parte interior, pero la que queda en el exterior está medio cruda.
El aparato, además, es muy pequeño para hacer pizzas. Estas tienen que ser enanas, pero, además, es incómodo manejar la pala. En una de las pizzas que hicimos no conseguimos depositar bien la pizza en la piedra, se volcó la mitad y, como el grill es tan potente, aunque lo apagamos en seguida, se montó un buen Cristo. Perdimos una pizza, lo que no se olvida fácilmente.
Calentando la piedra durante más tiempo, y reduciendo la temperatura a 600º, se pueden hacer pizzas bastante decentes. Pero no acabamos de verlo, sobre todo para quienes tengan pillado el punto a las pizzas caseras en el horno convencional, como es el caso.
Conclusiones
Pese al fracaso en el tema de las pizzas, y lo incomprensible que es el manual de la máquina, lo cierto es que el Txuletaco Inferno 8000 es un fantástico grill, rápido y versátil.
Cecotec Txuletaco Inferno 8000. Horno para asado, 2200W,Parrilla de Hierro Fundido, Piedra y Bandeja para Pizzas,2 bandejas recogegrasas, Temperatura hasta 850º, termómetro Digital de Cocina Incluido
Nos ha sorprendido muy gratamente como quedan las carnes, pescados y verduras, pero también las tostas o los huevos al plato –una cena sencillísima que con el Txuletaco se prepara en menos de 5 minutos–. Es un aparato que, dentro de lo voluminoso que pude resultar, es verdaderamente útil.
Es, además, muy fácil de limpiar: tanto el grill como las bandejas recogegrasas se pueden meter en el lavavajillas y el aparato se limpia cómodamente por dentro con un paño húmedo.
Lo que no tiene ningún sentido es querer usarlo como un horno. Lo de las pizzas prometía, pero es una funcionalidad que no usaríamos jamás y puede resultar frustrante para muchos clientes que no saben qué van a encontrarse de antemano. Sabiendo esto, estamos ante una máquina que, como parrilla, no podemos dejar de recomendar.
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