Tuppers, accesorios y utensilios que te ayudarán a preparar tu batch cooking

Vivimos a un ritmo acelerado y cada vez dedicamos menos tiempo a cocinar. Tiramos de comidas precocinadas o de entregas a domicilio y nos olvidamos del coste económico y de salud que ello puede tener. Poner remedio al asunto es más sencillo de lo que podáis pensar, solo hace falta planificación, organización y dedicar un par de horas a la semana a cocinar.

Este método, que es más viejo que Matusalén y ya usaban nuestras abuelas, se conoce con el nombre de batch cooking. Sus principios son cocinar a lo grande y del tirón, aprovechando todos los recursos disponibles, para guardar lo cocinado de forma ordenada y planificada.

Con el método del batch cooking es posible tener platos listos toda la semana invirtiendo una mínima cantidad de tiempo. El proceso, además, será mucho más sencillo y rápido si contamos con las herramientas adecuadas. Estos tuppers, accesorios y utensilios de cocina son nuestros mejores aliados para ello.

Lo primero: planificar el menú semanal y la compra

Ya dice el refrán que "lo que bien empieza, bien acaba". Un batch cooking que se precie ha de comenzar con la planificación del menú semanal. Podéis seguir las recomendaciones que publicamos cada viernes o preparar el vuestro propio. Lo importante es tener un punto de partida en base al que organizar la lista de la compra de cara a la sesión de cocinado.

Es muy práctico tener un calendario magnético en la nevera que nos permita consultar, día a día, las comidas y cenas previstas. Al igual que nos sirve de guía durante la sesión de cocinado. Para los que prefieren anotar al vuelo las ideas que les surgen, puede ser más cómodo usar el clásico cuaderno o libreta.

Sea como fuere, lo que sí necesitaremos en ambos casos es algo en lo que apuntar los ingredientes de la lista de la compra. Está bien tirar de papeles varios, recortes y reciclar el correo que llega a casa, pero queda mucho más elegante pasear por el supermercado con una lista de la compra escrita en un bloc como este.

Manos a la obra y ¡a cocinar!

Uno de los principios básicos del batch cooking es cocinar a la vez y en vertical, para aprovechar una misma cocción para hacer varias recetas a la vez. Contar con un set de cocción al vapor es todo un acierto. Permite cocinar hasta tres platos a la vez. Un caldo en el compartimento inferior, unas verduras en el medio y un pescado arriba, por ejemplo.

Otra alternativa son las vaporeras eléctricas que dejan libres todos los fogones para hacer otras recetas. En ellas se pueden cocer cereales, arroz, pescados, mariscos, huevos, carnes, verduras, etc.

También se puede recurrir al microondas, ganando un punto de cocción extra. Hay estuches de silicona para cocer alimentos al vapor, de forma súper rápida, sin casi nada de grasa ni líquidos añadidos. Perfectos para quienes buscan comer sano y saludable.

Para cocer arroz en el microondas y que salga siempre en su punto, recomendamos arroceras como esta. Valen también para cocer pasta, así que les podemos dar un doble uso y sacar más partido. Apenas ocupa espacio y es tan elegante que se puede llevar directamente a la mesa.

Las ollas a presión rápidas llevan años ayudándonos a cocinar. Perfectas para preparar todo tipo de alimentos, especialmente legumbres, caldos y estofados. Desde la olla a presión convencional hasta la ultra rápida, contar con una en la cocina supone un ahorro de tiempo considerable.

Aunque pueda sonar extraño, las ollas de cocción lenta también pueden ayudar a ahorrar tiempo y tienen cabida en la sesión semanal de batch cooking. Para la mayoría de sus recetas solo hay que introducir los ingredientes en la olla y dejar que se produzca la transformación. Muchas horas después, sí, pero con esfuerzo cero por nuestra parte. Podemos cocer en ella un pollo, unos pimientos o un caldo al tiempo que cocinamos el resto de platos de la semana.

Nuestra cocina está a tope y tenemos los fogones, el microondas y otros pequeños electrodoméstico a pleno funcionamiento, pero aún podemos avanzar más con nuestro batch cooking si contamos con un horno. Podemos sacarle el máximo partido cocinando varios alimentos a la vez, que requieran la misma temperatura ¡claro está!

Imprescindibles en este caso contar con un set de bandejas para el horno. De pyrex, aluminio o cerámica, antes de decidirse por uno de ellos conviene tener en cuenta que contar con fuentes de diferentes tamaños permite aprovechas hasta el último recoveco del horno.

Utensilios para un cocinado más fácil y rápido

Mandolina, rallador, picadora, batidora de mano y hervidor de agua. Estos utensilios son de los mejores aliados que uno puede tener en la cocina. Pequeños utensilios y electrodomésticos que permiten trabajar con rapidez y precisión.

Por lo general general la mandolina facilita mucho las tareas en la cocina, pero sobre todo cuando hay que dedicarse a cocinar de golpe para toda la semana. Ahorra mucho tiempo y el corte es perfecto, lo que permite una cocción uniforme de los alimentos.

Lo mismo ocurre con la picadora. Este modelo manual, que funciona con cuerda, es compacto y cómodo de usar. Se puede lavar íntegro en el lavavajillas y no consume energía. Y para cuando no es necesario picar, entra en juego el rallador. Si tiene distintos grosores, mucho mejor.

La vida es mucho más fácil con un hervidor de agua en ella. Tener el agua lista para cocer pasta, arroz, verdura o huevos ayuda a acelerar los procesos de cocinado cuando estamos en modo batch cooking.

Para terminar purés, cremas y salsas no puede faltar una batidora de mano. Las de brazo son especialmente cómodas y se guardan en cualquier lugar. Desde la más básica, batidora y vaso, hasta la más completa, las hay con accesorios variadísimos, son un magnífico pinche de cocina del que tirar a la hora de tritirar, picar, batir y mucho más.

Listo el cocinado, pasamos a la conservación

El batch cooking no termina con el cocinado. No. Una vez elaborados todos los elementos del menú semanal hay que guardarlos de manera organizada. Es aquí donde entran en juego los tuppers, tarros, bolsas y demás útiles para la conservación de los alimentos.

Dependiendo del número de personas para el que toque cocinar, puede ser muy útil contar con un set de tuppers o recipientes para alimentos con tapa tan grande como este. Optamos por los de forma cuadrada o rectangular porque con ellos se aprovecha mejor el espacio en la nevera.

El vidrio es más fácil de limpiar y los tuppers fabricados en este material se pueden usar también para cocciones en el horno, ahorrándonos alguna que otra fuente o ampliando las que ya tenemos. Los hay con varios compartimentos, algo especialmente útil para llevar la comida al trabajo sin que los alimentos se mezclen entre sí.

También hay tuppers de silicona y plegables. Una solución magnífica para cuando no se cuenta con espacio de almacenaje en la cocina. Aptos para guardar los alimentos en la nevera y para recalentarlos en el microondas.

Para salsas y otras elaboraciones líquidas, los tarros con tapadera de rosca son muy prácticos. Permiten conservar en ellos el aliño con que terminar esa ensalada que queremos mantener fresca y crujiente hasta el último momento, entre otros usos. De vidrio o plástico, con o sin embudo, las opciones son variadas.

Pero los tuppers y tarros no son las únicas opciones de conservación de alimentos que existen. Especialmente prácticas son las tapas de silicona que se adaptar a la forma del recipiente: tazas, boles y, por qué no, tuppers que se han quedado huérfanos de tapa. Se pueden usar, incluso, para cubrir los propios alimentos y ahorrarnos mucho papel film transparente.

Otra opción cada vez más popular es la de las bolsas de silicona reutilizables. Conservan los alimentos frescos gracias a su sistema de cierre con zip, se pueden usar en la nevera, el congelador y el microondas. No ocupan espacio alguno, un plus para cocinas pequeñas. Con ellas podemos separar raciones individuales de verduras, pollo asado, etc y aprovechar hasta el último rincón de los cajones del congelador.

Y hablando de congelador. Especialmente útiles son las bandejas de cubitos de hielo para cuando queremos porciones pequeñas de caldo, sofrito, concentrados, etc. Una vez congelados los alimentos los podemos pasar a una bolsa, como las de arriba, y liberar las bandejas para otro uso.

El colmo de la organización son las bandejas de almacenamiento para frigorífico y congelador. Cada una de ellas con un código de color distinto que permite identificar los alimentos que contienen: amarillo para aves, verde para verduras, rojo para carnes y azul para pescados.

Aunque si usamos etiquetas adhesivas para anotar la fecha de elaboración y el nombre de la receta que contienen nuestros tuppers o bolsas, quizás no sean necesarias. ¿O sí? Mejor usar ambos, que a estas alturas de la película ¡ya somos unos profesionales del batch cooking!

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