Lidiar con borrachos nunca es plato de buen gusto. Menos aún, imagino, cuando tu profesión poco o nada debería tener que ver con ello. Sin embargo, hay algunos trabajos en los que, más de la cuenta, se la tienen que ver con pasajeros con algunas copas de más, como sucede con la tripulación de cabina de los aviones o con el personal que trabaja en un tren.
Dos colectivos que, cada vez más, se ven obligados a soportar en según qué rutas o momentos a pasajeros pasados de vueltas, por los motivos que sean, y que, como era de esperar, supone que algunos viajes sean especialmente turbulentos. Y no precisamente por las condiciones atmosféricas.
Una realidad que sintetizaba en las páginas de la versión digital del diario británico The Mirror, que, tras 16 años trabajando para la aerolínea estadounidense Virgin Atlantic, tenía claro cuáles eran las peores rutas para volar si nos ateníamos a batallar con pasajeros borrachos.
Y sí, si imaginabais que alguno de los recorridos tenía que ver con nuestro país, estáis en lo cierto. En su trayectoria laboral, ya aterrizada, Skye Taylor comentaba también que la solución, a su modo de ver, "no es prohibir el alcohol a bordo".
Especialmente por una casuística más peligrosa aún: el alcohol que se compra en el duty free y que algunos pasajeros ya comienzan a beber en el aeropuerto. Algo, a priori, prohibido, pero que a todas luces se hace en un sinfín de rutas. Ahí, según su experiencia, es donde habría que poner el foco, y no solo en lo que se va a beber en el avión, donde la tripulación de cabina ya puede tener más control de la situación.
Con todo y con eso, en sus rutas de pesadilla, Taylor tenía claro cuáles eran las cuatro más conflictivas. No obstante, la palma se la lleva el vuelo de ida a Las Vegas desde el Reino Unido. "Al salir, puede que sea una masacre. Te sientes insegura como tripulante y por los otros pasajeros que están volando con sus familias", lamentaba sobre esta ruta.
Otro viaje que considera peligroso es el va desde el Reino Unido, donde ella estaba afincada, hacia Kingston, la capital de Jamaica. "Era un avión grande, pero teníamos personal para atenderlo. Ahora creo que la mayoría de aerolíneas no tienen personal suficiente y eso impide que no haya nadie pendiente de que la gente beba demasiado", suponía.
Y, el otro par de rutas, ya llegan a España, explicando que Magaluf, en la isla de Mallorca, e Ibiza, son tránsitos problemáticos "en las rutas de las aerolíneas lowcost".
Por eso, entre sus remedios, está el de "que cualquier bebida comprada en el duty free se recoja al embarcar y se devuelva después del aterrizaje". Una medida que, considera, "evitaría que los pasajeros estuvieran en Wetherspoons [una cadena de pubs británicos]" y que "debería reducirse el alcohol a bordo, incluso si es gratuito, especialmente en las rutas que causan problemas, como las low cost que van a Ibiza o Magaluf".
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