Joana Costa
EditorEn el corazón del popular distrito de Sant Andreu, Barcelona, hay un bar que se ha ganado un lugar especial en la memoria gastronómica del barrio. Se trata del Bar Oliva Cafetería, conocido como el templo de las migas extremeñas, tal como se autodenomina.
Más de 30 años de trayectoria lo avalan, pero su popularidad no se mide solo en tradición: el récord de haber servido más de 600 raciones de migas en un solo día habla por sí solo.
Con un ambiente de barrio de toda la vida, su cartel de los años 90 como los que ya no se ven y precios populares, este local se ha convertido en punto de encuentro de vecinos y algún foodie. Y como norma inquebrantable, aquí no se hacen reservas: toca llegar con hambre y paciencia para disfrutar de sus especialidades. Como toda la vida.
Las migas que hacen historia
Sin duda, la estrella indiscutible del Bar Oliva son las migas extremeñas, servidas en raciones tamaño XL que cuestan apenas 5,50 euros. Preparadas con generosidad, los platos llegan a la mesa desbordados de pan frito, ajos y acompañamientos. Tanto es así que Jesús, uno de los cuatro hermanos que regentan el local, presume de no cortarse a la hora de llenar los platos.
Aunque las migas atraen a la mayoría, la carta del Bar Oliva ofrece mucho más. El menú de martes a domingo incluye clásicos de la cocina casera como la paella de marisco, los pies de cerdo, las lentejas estofadas o el pollo a la catalana. Todo ello por precios ajustados: 13,45 euros el menú diario y 16,95 euros los fines de semana, con platos abundantes y sabor de siempre. Algo que tampoco abunda en la ciudad ni en este distrito de base popular al que se han mudado cantidades ingentes de hipster.
Tapas y raciones generosas
El Bar Oliva también es especialista en tapas. Entre las más solicitadas están los calamares fritos (8,90 €), la ensaladilla rusa (5,75 €) o los callos con cap i pota (7 €). Sus patatas bravas sorprenden por el punto justo de picante y la cantidad, mientras que los huevos rotos con gulas (10,50 €) son un acierto seguro acompañados de pan crujiente.
Un plato que destaca por originalidad y sabor son las berenjenas fritas con miel y queso de cabra (10,50 €), consideradas por muchos clientes como de las mejores de Barcelona.
Postres tradicionales
Los postres tampoco decepcionan. Entre los favoritos están el flan casero (3,75 €), el arroz con leche (3,75 €), la tarta de la abuela (3,75 €) y los profiteroles con chocolate (4 €). Opciones sencillas, de toda la vida, pero que conquistan al público por su sabor auténtico y que les catapulta a otra dimensión de la vida.
El secreto del éxito
Más allá de la carta y de la generosidad de sus raciones, lo que distingue al Bar Oliva es el ambiente familiar que se respira. Los hermanos que gestionan el local han sabido mantener el carácter de bar de barrio, con mesas que se ocupan por orden de llegada y un trato cercano que fideliza a la clientela.
No es extraño ver colas en la puerta los fines de semana. El boca a boca y su presencia en redes sociales —con su cuenta de TikTok @barolivacafeteria— han hecho que cada vez más gente se acerque desde otros barrios para comprobar si la fama está justificada.
En un panorama gastronómico donde lo moderno y lo gourmet parecen dominar, el Bar Oliva demuestra que la verdadera tradición todavía tiene mucho que decir. Con sus migas extremeñas por bandera, un menú de mediodía imbatible y tapas generosas, este rincón barcelonés sigue siendo, más de tres décadas después, un auténtico templo de la cocina casera.
Bar Oliva Cafetería
- Dirección: C. Colòmbia, 8 (Barcelona)
- Teléfono: 932 74 31 10
- Precio: 20 €
- Horario: De martes a domingo, de 7.30 a 16.30 h.
Foto | @barolivacafeteria/Instagram
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