España no es precisamente uno de los países más laureados con premios Nobel. Aunque cuenta con figuras destacadas en la literatura, la ciencia y la paz, el número total de galardones obtenidos a lo largo del siglo XX y XXI es relativamente modesto en comparación con otras naciones europeas.
Sin embargo, uno de estos premios marcó profundamente tanto a la cultura española como al pequeño rincón de Galicia que lo vio nacer. Nos referimos al último español en recibir el Nobel: Camilo José Cela, quien obtuvo el de Literatura en 1989 y cuyo vínculo con su tierra natal fue tan fuerte que incluso se le concedió un título nobiliario relacionado con ella. Fue nombrado marqués de Iria Flavia, una pequeña aldea integrada hoy en el término municipal de Padrón, en la provincia de A Coruña.
Camilo José Cela no solo fue un escritor reconocido mundialmente por obras como La familia de Pascual Duarte o La colmena, sino también un orgulloso embajador de su origen gallego. Aunque vivió en muchos lugares de España, nunca dejó de reivindicar sus raíces. Su lugar de nacimiento, Padrón, es un pueblo con alma literaria, cargado de historia y muy conocido por otro tipo de “obra maestra”: los famosos pimientos de Herbón, que se cultivan en la parroquia del mismo nombre.
Padrón, semilla del Camino de Santiago
Padrón se encuentra a solo 22 kilómetros al sur de Santiago de Compostela, lo que lo convierte en una parada habitual para los peregrinos que recorren el Camino de Santiago. En concreto, se sitúa en la variante portuguesa del camino, una de las rutas más antiguas y transitadas. Su cercanía con la capital compostelana ha hecho que Padrón se convierta en un destino de interés tanto para caminantes como para viajeros que buscan autenticidad, naturaleza y un punto de conexión con la historia gallega.

Este pueblo coruñés no solo fue cuna de Cela, sino también un punto clave en el cristianismo hispano. Según la tradición, aquí arribaron los restos del Apóstol Santiago en una barca de piedra, dando origen al nombre del municipio. El “pedrón” que da nombre a la localidad es una piedra que se conserva en la iglesia de Santiago y que, supuestamente, sirvió para amarrar aquella barca sagrada. Es este episodio el que enlaza a Padrón de forma directa con el Camino de Santiago, dotando al pueblo de un aura espiritual que aún se respira en sus calles empedradas.
Qué hacer en Padrón (A Coruña)

Padrón conserva una atmósfera de pueblo tranquilo, marcado por el paso lento del río Sar, que lo atraviesa. Su casco histórico invita a pasear sin prisa. Uno puede visitar la Casa-Museo de Camilo José Cela, situada en Iria Flavia, donde se conservan miles de documentos, manuscritos y objetos personales del escritor.

También está la Fundación Rosalía de Castro, ubicada en la casa donde vivió y murió la célebre poetisa gallega, otra figura clave en la literatura de esta tierra. El Jardín Botánico-Artístico de Padrón, con más de 300 especies de árboles, ofrece una pausa refrescante, sobre todo en los meses cálidos.

Lo mejor de Padrón es que se puede visitar en cualquier época del año, aunque la primavera y el verano son ideales para recorrer sus rutas a pie o en bicicleta, y para disfrutar del producto estrella de su gastronomía: los pimientos.
La singularidad de los Pimientos de Herbón
Y aquí viene una historia curiosa. Los famosos pimientos de Padrón en realidad provienen de la parroquia de Herbón, situada a escasos cinco kilómetros del centro del pueblo. Se cultivan en huertas familiares desde hace siglos y se han ganado una fama que traspasa fronteras. Sin embargo, su origen está en América.

Fueron los frailes franciscanos del convento de Herbón quienes, en el siglo XVII, trajeron las semillas de este tipo de pimiento desde México. Allí descubrieron una variedad de Capsicum annuum que, al ser plantada en el fértil valle del Ulla y bajo el clima húmedo de Galicia, desarrolló un sabor único.
Lo curioso de estos pimientos es su imprevisibilidad: la mayoría no pican, pero alguno puede ser sorprendentemente ardiente. Este rasgo se ha convertido en un símbolo de su identidad y ha dado lugar al conocido dicho: “Os pementos de Padrón, uns pican e outros non”.

Cada año, en verano, se celebra la Fiesta del Pimiento de Herbón, una jornada en la que se combinan degustaciones, música tradicional y visitas guiadas a las huertas. Para los visitantes, es una experiencia sabrosa y cultural que permite entender la importancia que este pequeño fruto tiene para la identidad local.
Imágenes | Spain.info / Padrón Turismo
En DAP | Cómo freír los pimientos de Padrón para que queden en su punto
En DAP | El premio que espera a todo peregrino del Camino de Santiago a su paso por Navarra: vino gratis