Si tiramos de hemeroteca en busca de algunos de los nombres más importantes de nuestra gastronomía, no tengas duda de que tarde o temprano aparecerá el de Sergi Arola. Hablamos de uno de los chefs más mediáticos y reconocidos de nuestro país, dentro y fuera de nuestras fronteras, un cocinero que ha acaparado infinidad de titulares (de todo tipo) a lo largo de sus más de 40 años de trayectoria profesional.
Y lo cierto es que son muchos los que conocen esa etapa del catalán en la que los éxitos y los reconocimientos estaban a la orden del día, pero antes y después de eso también han ocurrido (y siguen ocurriendo) muchas cosas que merece la pena recopilar para tener una visión más completa de una carrera a la que no le ha faltado de nada.
Sergi, sus primeros pasos
Antes de convertirse en el fenómeno que todos conocimos, y de ser el ojito derecho de Ferran Adrià, hubo un joven Sergi Arola que tuvo su primer acercamiento a la cocina a la temprana edad de 12 años (nació en 1968). Allí, en su Barcelona natal y animado por su abuelo, decidió matricularse en la Escuela de Hotelería y Restauración para empezar con unos estudios que marcarían el resto de su vida.
Si abrimos su baúl de los recuerdos descubrimos que su primera experiencia profesional como cocinero fue en el restaurante barcelonés L’Aram, y ese sería el punto de partida de una carrera meteórica en la que no faltaron los grandes maestros. Es el caso del citado Adrià y de Pierre Gagnaire, todo un icono de la alta cocina francesa.
La Gastronomía Del Bienestar (FUERA DE COLECCION)
Ya en la década de los 90, concretamente en 1995, Arola se incorporó al Talaia Mar de Ferran Adrià, uno de sus mentores. Un lugar en el que trabajaría con codo con otros, a la postre, destacados chefs del panorama nacional: Marc Singla, Carles Abellán, Oriol Balaguer y Alex Montiel, entre otros. Aquello dio pie al nacimiento de un taller dedicado de forma exclusiva y durante todo el año a la creatividad, lo que más tarde se terminaría convirtiendo en elBullitaller allá por el año 2000.
Pero no nos desviemos, que antes tenemos que hacer una parada en 1997, porque es cuando Sergi Arola se instala en Madrid para ya convertirse en poco tiempo en uno de los mejores cocineros de España. Es en ese momento cuando abre junto a su entonces esposa (Sara Fort) el restaurante La Broche, dentro del Hotel Occidental Miguel Ángel, para el que conseguiría su primera estrella Michelin.
El efecto 2000 y sus consecuencias
A partir de ese aplaudido reconocimiento, el chef fue creciendo en todos los sentidos. Muestra de ello fue que en 2002 volvió a ser reconocido con una segunda Michelin para La Broche, lo que le llevó a inaugurar una una filial del mismo en Miami.
Eran muchos los ingredientes que le hacían estar en todos los focos: su espíritu emprendedor, su cocina creativa, la pasión por el producto y una obsesión por la calidad de las materias primas que le ha acompañado hasta hoy. Pero fue su enorme talento lo que llevó al chef a dirigir varios proyectos de prestigio, como estar a cargo del restaurante del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía o del exclusivo espacio gastronómico del Hotel Arts del Puerto Olímpico de Barcelona, además de ser el responsable de los menús de importantes hoteles de la Rivera Maya, en México.
Fue la época en la que llegó a asesorar a ocho restaurantes en siete países diferentes, además de dirigir otros seis en España, cuatro de los cuales estaban en Madrid y eran de su propiedad. Pero de todos estos proyectos hubo uno que sería el que le daría unos cuantos dolores de cabeza. Nos referimos al restaurante Sergi Arola en Madrid (2 estrellas Michelin, 3 soles Repsol), que terminó cerrando en 2016 pero que, según ha reconocido recientemente, debería haber haber cerrado mucho antes, en 2008.
Esa experiencia acabaría con los más de 20 años de relación profesional que compartió con su mujer Sara Fort (de la que se había divorciado cuatro años antes) y con la que tenía dos hijas. En ese momento las deudas con Hacienda ya empezaban a suponer un problema importante y fue entonces cuando todo se volvió en su contra. Como el prestigioso chef ha reconocido más tarde, ahí llegó a tocar fondo.
Nueva vida en Chile junto a Francisca Laree
Tras una vida llena de éxitos (y fracasos) que le permitió cocinar y asesorar proyectos en lugares como India, Turquía, Emiratos Árabes o Latinoamérica, en 2017 Sergi Arola decide cruzar el charco para probar suerte en Chile, donde reside actualmente junto a Francisca Laree.
Durante estos años su rostro se ha paseado por varios programas de televisión, destacando su participación en en el concurso culinario 'MasterChef Chile', pero también en otros espacios de éxito como 'El discípulo del chef' o 'Parrilleros Space: Los fuegos se encienden'. Pero no por ello ha dejado de lado los fogones, de hecho su nombre está tras dos conocidos locales: uno en la capital, Santiago, que es su gran apuesta y que responde al nombre de Lola by Arola, y otro que se llama Orfebre Cocina Artesana y que le pilla un poco más lejos, en México (ubicado en el hotel JW Marriott Monterrey Valle).
Pero lo más importante de todo es que, a juzgar por su actividad en redes sociales, se le ve muy feliz en esta nueva andadura chilena en la que parece disfrutar con todo lo que hace, tanto a nivel personal como profesional. Cabe señalar que con su pareja, con quien se casó en diciembre de 2020, comparte muchas cosas, como la pasión por las motos. Aunque también es muy habitual verles disfrutar juntos de la gastronomía (se conocieron durante una clase de cocina en Kitchen Club), visitando restaurantes de Chile y alrededores.
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