Seguiremos alabando las bondades del huevo hasta que nos extingamos, aunque eso no nos exime de recordar que también es un alimento muy susceptible de causar intoxicaciones si no se manipula bien. Sabemos que siempre hay que conservarlos en la nevera, lejos de la puerta y sin lavarlos pero ¿y si el huevo está sucio? Estamos ante una ligera excepción que confirma la norma.
Los expertos en consumo, higiene y seguridad alimentaria coinciden en insistir con el mensaje de no lavar los huevos. Estos están protegidos naturalmente por una película protectora que impide que penetren las posibles bacterias o microorganismos; si los limpiamos o enjuagamos, quitamos esa barrera natural, dejando al huevo desprotegido. Es más, el agua podría traspasar la cáscara, muy porosa, y llevarse la posible contaminación al interior.
Qué hacer si los huevos están sucios
En primer lugar hay que señalar que los huevos de categoría A ya deben haber pasado por un proceso de calidad que certifica que presentan "cáscara y cutícula de forma normal, limpias e intactas". Pero ya sabemos que a veces se cuela algún ejemplar manchado de tierra, con alguna pluma o similar. Si los huevos son de producción ecológica, criadas en libertad o, simplemente, "del pueblo", es más posible que lleguen algo sucios.
Desde el Instituto del Huevo nos dan las claves sobre cómo actuar correctamente. Nos recuerdan que la normativa europea prohíbe a lavar o limpiar los huevos frescos, y que los ejemplares más sucios se deben clasificar en la categoría B, destinándose a la elaboración de ovoproductos.
Si nos llega algún huevo con suciedad, recomiendan conservarlo tal cual en su envase en la nevera y solo limpiarlo justo antes de usarlo. Para ello, se puede raspar la cáscara con cuidado con un cuchillo, o con agua, insistiendo en que en este caso es crucial su utilización inmediata.
Coinciden desde la OCU, señalando además que si se van a cocer no hace falta limpiarlos, pues los gérmenes morirán durante la cocción. Claro que podrían romperse antes de cocerse por completo, por lo que sugieren usar un cepillo en seco para evitar el grifo, si es posible, pues no son muy defensores de su lavado con agua en ningún caso, por precaución.
Expertos en tecnología alimentaria como Miguel Ángel Lurueña también insiste a menudo en los riesgos que entraña lavar o mojar los huevos, ya que dejamos expuestos los poros y pueden penetrar patógenos que ya estén en la cáscara. Lurueña sugiere usar un paño para limpiarlos, o, si es necesario, lavar justo antes de utilizar. Coincide Gemma del Caño, farmacéutica especializada en biotecnología y seguridad alimentaria.
Si sabemos cómo abrir correctamente los huevos no debería preocuparnos que estén algo sucios; lo importante es que la cáscara no esté en contacto con el interior. Por este motivo no hay que cascarlos en el mismo recipiente en el que se vayan a usar, ni usar las cáscaras para separar la yema y la clara. Además, siempre deberíamos lavarnos o desinfectarnos las manos antes y después de manipularlos.
Que no te líen con la comida: Una guía imprescindible para saber si estás comiendo bien (Imago Mundi)
Fotos | jcomp - freepik
En DAP | Cómo comprobar si los huevos siguen en buen estado
En DAP | He probado infinidad de trucos para pelar huevos duros perfectos. Este es el único sistema que funciona