Netflix tiene un catálogo cada vez más interesante para los apasionados de la gastronomía, pero a la plataforma de streaming le faltaba algo: su propio concurso de cocina profesional. El recién estrenado 'Todo el mundo a la mesa' ('The final table') viene a cubrir ese hueco olvidándose de rivalididades o pruebas absurdas, poniendo el foco en la pura cocina y con el respaldo de grandes chefs. Andoni Anduriz pone la nota española en un jurado plagado de estrellas Michelin representando nueve gastronomías del mundo.
Que nadie busque aquí guiones forzados, pruebas absurdas o la polémica: es un puro show de cocina. Con una factura visual impecable -no conviene ir con el estómago vacío-, no se trata de aprender recetas, aquí se celebra la pasión por la profesión y la riqueza de culturas culinarias viajando a través de ingredientes y sabores tradicionales, pero siempre con platos de alta cocina. Si te gusta la gastronomía, te fascinará descubrir todo lo que son capaces de hacer los concursantes.
24 concursantes, nueve destinos gastronómicos y nueve jueces de auténtico lujo
Lo cierto es que el título en español no me parece muy acertado, pues realmente el objetivo final del concurso es hacerse un sitio en "la mesa final", ganándose el honor de sentarse junto a los nueve grandes chefs que forman el jurado. No hay más premio; eso ya demuestra que a los participantes les mueve la auténtica pasión culinaria, el demostrar sus dotes frente a grandes talentos y también ponerse a prueba.
La mecánica es muy simple: en cada programa se visita -culinariamente- un país del mundo para ahondar en su tradición gastronómica y retar los conocimientos de cada participante. Tres embajadores -normalmente un crítico de cocina y dos personalidades/famosos locales- eligen un plato típico y son los encargados de juzgar quiénes se enfrentarán al reto de eliminación.
Es entonces cuando entra en escena el gran juez de cada destino, un chef de reconocida y premiada trayectoria que escoge un solo ingrediente para la segunda prueba. En cada programa se elimina una pareja hasta que solo quedan dos, pasando los cuatro cocineros a competir entre sí en la gran final.
Cada uno de los episodios dura, aproximadamente, una hora, y todo gira prácticamente alrededor de la pura cocina. Los "embajadores" son quizá la parte que más flaquea -especialmente ciertos actores o celebridades que realmente no se dedican al mundo culinario- aunque también hacen más dinámico el programa, con algunas notas de humor.
Aunque todo transcurre en el plató -eso sí, muy impresionante- con público en directo, el programa no se hace aburrido ni monótono gracias al montaje y lo fascinante que es ver trabajar a los concursantes. No hay errores catastrofistas, ni peleas, ni prácticamente ninguna discusión; si te interesa la cocina de verdad, te engancha.
También se intercalan cortes de vídeo mostrando el lado humano y personal de los participantes y de los propios jueces estrella, cómo empezaron en la cocina, dónde se formaron o cuáles son sus propios restaurantes. Porque sorprende encontrar participantes que ya tienen una o varias estrellas Michelin, y algunos con una larga trayectoria a sus espaldas.
La presencia española: Andoni Aduriz, las curiosas interpretaciones de la paella y concursantes de nuestro país
El papel de Andoni Aduriz como uno de los nueve jueces es la más llamativa -y es un lujazo verle probar y juzgar los platos, con comentarios muy inspiradores-, pero no es la única presencia española del concurso.
El segundo programa está dedicado a la cocina española y nuestros embajadores son caras bien conocidas. El plato elegido para el reto no podía ser otro que nuestra paella, y me temo que no todos los cocineros saben muy bien cómo enfrentarse a ella. ¿Cómo se cocina una paella sin haberla probado nunca? ¿Se puede adaptar a las influencias de otras gastronomías muy diferentes? Los resultados son, cuanto menos, dispares. Una paella picante quizá no era muy buena idea.
A pesar de que algunos participantes no tienen ningún conocimiento de nuestra cocina, otros sí que la conocen de primera mano. Es fácil dejarse llevar por la simpatía de la pareja formada por el gijonés Manuel Berganza -con su local Tapas Club en Singapur- y el francés Benjamin Bensoussan, de Honest Greens, de gran éxito en Madrid. Pero hay otros jóvenes que han trabajado y trabajan en España, y eso se demuestra en su estilo de cocina.
¿Potencial de enganche? Alto, si realmente te fascina la creación culinaria
He leído alguna crítica del programa que lo acusa de aburrido o frustrante, y lo puedo entender. El funcionamiento es siempre el mismo y hay poco lugar para la sorpresa, pero creo que ese es precisamente su mérito.
Aquí se viene a cocinar, a explorar fronteras, a experimentar con sabores, ingredientes y técnicas: a sorprender y enamorar a través de un plato. Yo me considero friki de la cocina y no puedo evitar sentir fascinación al ver casi en vivo cómo dos personas con estilos diferentes son capaces de montar platos increíbles sobre la marcha, incluso con productos con los que jamás habían cocinado antes.
¿Cómo convertir el English breakfast en un plato de alta cocina que sea original? ¿De qué manera vas a conquistar el paladar de uno de los mejores cocineros de la historia de México cocinando nopales si nunca los has probado antes? ¿Es posible seducir a una crítica japonesa con un menú kaiseki en menos de una hora? ¿Qué prepararías utilizando solo el huevo como protagonista?
Personalmente encuentro muy interesante el contacto entre distintas culturas gastronómicas y dejar abierta la creatividad y la interpretación propia de cada cocinero. Replicar platos o recetas tal cual me parece aburrido y poco interesante; desarrollar ideas nuevas a partir de las tradiciones de otros países puede ser muy enriquecedor -y a veces algo desastroso-.
Como guinda final, el jurado de los nueves jueces acuden para elegir el ganador y antes presentan sus platos estrella, incluyendo verdaderas obras de arte ya convertidas en iconos como las famosas piedras de Aduriz, la delicada belleza de Les Berlingots de Anne-Sophie Pic o el increíble Mole Madre, Mole Nuevo de Enrique Olvera, con más de 100 ingredientes que cambian cada estación.
Si el mundo de la alta cocina te despierta curiosidad y quieres ver a grandes cocineros llenos de pasión en plena ebullición creativa, 'Todo el mundo a la mesa' puede ser tu próximo enganche televisivo. Quizá no aprenderemos recetas, pero es tremendamente inspirador y, desde luego, abre mucho el apetito.
Este es el listado completo de los jueces y sus correspondientes países:
- Enrique Olvera (México)
- Andoni Aduriz (España)
- Clare Smyth (Reino Unido)
- Helena Rizzo (Brasil)
- Vineet Bhatia (India)
- Grant Achatz (Estados Unidos)
- Carlo Cracco (Italia)
- Yoshihiro Narisawa (Japón)
- Anne-Sophie Pic (Francia)
Y estos son los 24 concursantes, emparejados por afinidad o por tener ya una relación profesional o de amistad previa -fundamental para establecer una buena conexión de cara a trabajar juntos-:
Manuel Berganza (Tapas Club: Singapur, de Gijón, España) y Benjamin Bensoussan (Honest Greens: Madrid, España, de París, Francia).
Jessica Lorigo (Topa Sukalderia: San Sebastián, España, de Búfalo, Nueva York, EEUU) y Johnny Spero (Reverie: Washington DC, EEUU, de Baltimore, Maryland, EEUU).
Aaron Bludorn (Cafe Boulud: Nueva York, Nueva York, EEUU, de la Isla de Bainbridge, Washington, EEUU) y Graham Campbell (Castlehill Restaurant: Dundee, Escocia/Reino Unido, de Oban, Escocia).
Darren MacLean (Shokunin: Calgary, Canadá, de Innisfail, Canadá) y Timothy Hollingsworth (Otium: Los Ángeles, California, EEUU, de Houston, Texas, EEUU).
Shin Takagi (Zeniya: Ishikawa, Japón, de Ishikawa, Japón) y Ronald Hsu (Lazy Betty: Atlanta, Georgia, EEUU, también de Atlanta, Georgia, EEUU).
Alex Haupt (101 Gowrie: Amsterdam, Países Bajos, de Sídney, Australia) y Ash Heeger (Ash: Ciudad del Cabo, Sudáfrica, de Umtata, Sudáfrica).
Shane Osborn (Arcane: Hong Kong, China, de Perth, Australia) y Mark Best (Bistro by Mark Best: Hong Kong, China y Singapur, de Sidney, Australia).
Monique Fiso (Hiakai: Porirua, Nueva Zelanda, de Wellington, Nueva Zelanda) y Amninder Sandhu (Arth: Mumbai, India, de Jorhat, India).
James Knappett (Bubbledogs/Kitchen Table: Londres, Inglaterra, de Newmarket, Reino Unido) y Ángel Vázquez (Salomé: Puebla, México, también de Puebla, México).
Collin Brown (Chef Collin Brown: Londres, Inglaterra, de Trelawny, Jamaica) y Colibri Jimenez (Casa Morales/My Bowls: Oaxaca, México, de Morelos, México).
Esdras Ochoa (11 Westside/Salazar/Mexicali Taco & Co.: Hong Kong, China y Los Ángeles, California, EEUU, de Ciudad de México, México) y Rafa Gil (Highest Hotel in the World: Hong Kong, China, de Bataguassu, Brasil)
Charles Michel (Nomad Culinary Artist: Ecuador, Colombia, Francia y Londres, de Brujas, Francia) y Rodrigo Pacheco (Boca Valdivia: Manabi, Ecuador, de Quito, Ecuador).
Fotos | Netflix