Se nos va la cabeza detrás de la Navidad y de los puestos callejeros a la hora de pensar en las garrapiñadas, esa tentación que a base de caramelo convierte los frutos secos en auténticas gominolas.
Aunque se puede hacer prácticamente con cualquier fruto seco, lo más habitual es hacerlas con almendras, que es cómo más tradicional es hacer esta receta.
Solo para ocasiones especiales, pues lógicamente es muy golosa, estas garrapiñadas de almendras son perfectas para terminar una comida o para adornar algún postre casero.
Además, como veréis a continuación, las podéis tener hechas en algo más de 20 minutos y los ingredientes para su preparación no podían ser más elementales.
En una sartén antiadherente ponemos los tres ingredientes y llevamos a fuego medio alto sin parar de mover durante unos diez minutos.
Cuando se seque, quedarán las almendras empanizadas con el azúcar, así que seguimos a fuego medio bajo sin dejar de mover hasta que caramelice el azúcar, unos diez minutos más.
Sacar a papel de horno, separamos unas de otras y esperamos a que se enfríen para comerlas.
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Con qué acompañar el garrapiñado tradicional
Cualquier receta de repostería doméstica se beneficiará de añadir unas cuantas almendras garrapiñadas al final, incluyendo flanes, cremas catalanas, natillas, helados o postres a base de nata. Solo es cuestión de elegir dónde 'bombardear' con estos pedruscos de sabor.
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