Si a estas alturas ya te ha superado la -extraña- fiebre del panettone que lleva con nosotros desde octubre, quizá te encuentres con restos de este pan dulce en casa que se resisten a desaparecer. O puede que hayas esperado, como mandan los cánones, a las navidades para darte el capricho de disfrutarlo en condiciones, y quieras elevarlo más a los altares. En cualquier caso, estas copas de panettone con crema de yogur son un postre bien facilón que luce de lujo en la mesa.
Aquí hay que hacer un inciso, pues no será lo mismo trabajar con un panettone auténtico de verdadera calidad, aún tierno y jugoso, que con una imitación barata de las que inundan los comercios a un precio absurdo para para un dulce tan complejo. Si estamos en el segundo escenario, esta receta es ideal para darle salida con gusto sin tirarlo a la basura; para ello podemos emborracharlo o macerarlo previamente y así devolverlo a la vida.
En caso contrario, bastará con darle un toque chispeante de humedad a los trocitos desmigados, dejando que las virtudes del propio panettone destaquen en el conjunto sin enmascararlo. A diferencia de los canapés que presentamos hace poco, en esta ocasión sí podemos usar una variante de chocolate o cualquier otra fantasía de sabor que tengamos en casa.
Cortar el panettone en cubos pequeños o picar a lo bruto para dejar como migajas gruesas e irregulares. Poner en un cuenco y mojar con el vino dulce o zumo de naranja. Si el panettone estuviera muy seco, hacerlo generosamente y dejándolo macerar, al menos, media hora antes de seguir.
Batir la nata muy ría con batidora de varillas hasta semi montarla, sin que llegue a hacer pico. Mezclar el yogur, escurrido, con el azúcar glasé y la vainilla; se puede reducir el azúcar si no somos muy golosos, o usar edulcorante líquido. Combinar con la nata siguiendo movimientos envolventes y refrigerar hasta montar las copas.
Lavar bien y secar con delicadeza los frutos del bosque, desechando los que pueda haber dañados o pochos. Si los arándanos son muy grandes, se pueden cortar por la mitad. Se pueden añadir otros frutos al gusto.
Repartir el panettone macerado en cuatro copas o vasos de postre de tamaño medio - o seis más pequeños-, reservando una parte. Cubrir con una capa generosa de la crema de yogur, usando una manga pastelera si queremos que nos salga más limpio y homogéneo.
Añadir por encima una buena cantidad de frutos del bosque y coronar con más crema, hasta terminarla. Cubrir la parte superior con el resto del panettone reservado y repartir unos frutos más.
Si no se sirve inmediatamente, conviene tapar las copas y guardar en la nevera, sacándolas un rato antes de degustar para que no estén muy frías. Se puede espolvorear con azúcar glasé tamizado si se desea.
Con qué acompañar las copas de panettone y crema de yogur
Si vamos a tomar estas copas de postre en Nochevieja lo mejor será repartirlas en copas más pequeñas y acompañarlas con una infusión digestiva, aunque si queremos un maridaje suave que ya vaya preparando el ambiente para el brindis de medianoche, podemos decantarnos por una sidra fresca, o un cava semiseco; el brut puede ser demasiado fuerte.
En Directo al Paladar | Las 215 mejores recetas de Navidad y 16 menús especiales para acertar seguro
En Directo al Paladar | Postres sin horno: siete recetas sencillas para coronar los menús de fiesta y endulzar una Nochevieja sin agobios
