Hoy os traigo una receta de kolache de frutos rojos que me ha conquistado. Este pastel de origen checo, famoso en muchas confiterías de Europa Central, se prepara con una masa fermentada y compota o confitura de frutas variadas, aunque también hay versiones saladas con distintos tipos de queso. Con el tiempo, la emigración trasladó la receta a Estados Unidos, donde también se hizo un hueco en las pastelerías americanas.
Tal es la importancia del kolache para los checos que fue presentado como el dulce típico de su país, cuando en el año 2006 y por iniciativa de Austria que en ese momento regentaba la presidencia de la Unión Europea, se celebró el evento cultural denominado Café Europa, donde se mostraba en distintos cafés de los países miembros lo mejor de su repostería.
Comenzar mezclando en un bol la levadura desmenuzada, una cucharadita de azúcar, y los 120 ml de agua templada. Revolver hasta que la levadura se disuelva. Dejar unos 15 minutos en un lugar templado hasta que comience a formar burbujas.
En otro bol grande batir la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar, añadir la yema de huevo y seguir mezclando hasta formar una pasta suave. Echar la harina, la sal, la mezcla de levadura y la leche. Comenzar a amasar en una superficie enharinada e ir dándole forma de bola. Nos tiene que quedar una masa blanda, lo justo para que no se pegue en las manos pero sin sobrecargarla de harina en exceso.
Colocarla en un bol grande y taparla con un paño o film de cocina en un lugar templado, dejándola levar durante una hora o hasta que doble su volumen. Una vez pasado el tiempo, volver a amasar para desgasificar la masa y formar dieciséis bolas del mismo tamaño. Ir colocándolas juntas en una bandeja de horno forrada con papel pergamino. Dejarla levar durante otra media hora hasta que vuelva a doblar el tamaño.
Precalentar el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Para preparar la cobertura, mezclar el azúcar, la mantequilla derretida y la harina en un bol. Con cuidado presionar en el centro de cada bola y añadir la cucharada de confitura en el hueco que se ha formado. Espolvorear la cobertura de azúcar y hornear durante 30 minutos hasta que esté dorado el kolache.
Con qué acompañar el kolache
El kolache de frutos rojos, al ser una masa de tipo brioche, os recomiendo que la consumáis en dos días como máximo, puesto que este tipo de masas dejan de estar tiernas muy pronto. Es ideal tanto para desayunar como para una merienda con un café o un vaso de leche o zumo, y además también se puede hacer en versión individual con solo hornear las bolas de masa sin unir unas con otras.
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