¿Qué haces cuando tienes que despertar a tu masa madre después de varias semanas de descanso en la nevera? Ponerla a punto con varios refrescos antes de hornear pan, claro está. Y si te da penita tirar los descartes o excesos después de alimentarla, nada como preparar unos ricos muffins con un toque especial que los hace más tiernos y sabrosos.
La receta la hemos adaptado ligeramente de una biblia para los aficionados a las masas, la web de la compañía estadounidense King Arthur Baking. La masa madre, al 100 % de hidratación, puede estar recién alimentada y burbujeante o ser un descarte. Además, para hacerlos más reconfortantes, con ese punto rústico y hogareño que los hace tan apetecibles, añaden una parte de harina de maíz amarilla -no maizena ni polenta gruesa, ni harina precocida-, que se puede sustituir perfectamente por harina integral de espelta, centeno, trigo sarraceno, avena etc.
Hemos usado una combinación de arándanos y frambuesas frescas, pero podrían ser frutos del bosque congelados u otra combinación. Nos gusta que tiñan la masa al romperse un poco y casi explotar en el horno, una combinación fabulosa para contrastar con el dulzor de la miel, sin necesidad de usar azúcares granulados. Si no te gusta especialmente la canela, la puedes cambiar por jengibre y un poco de nuez moscada, vainilla, ralladura de naranja, etc.
Precalentar el horno a 180ºC con aire y preparar moldes de muffins o magdalenas engrasándolos o usando cápsulas adecuadas. Lavar y secar con suavidad los frutos del bosque; si se usan congelados, echar directamente en un cuenco con agua, escurrir y secar sobre papel de cocina.
Mezclar en un recipiente la masa madre con la leche, el huevo, la mantequilla derretida y la miel; batir con unas varillas manuales. Aparte combinar los ingredientes secos e incorporarlos en varias tandas a la primera masa, pasándolos por un tamiz o colador.
Agregar los frutos del bosque, mezclar con suavidad para repartirlos bien y llevar la masa a los moldes, pudiendo llenarlos casi hasta arriba. Según el tamaño, puede que necesitemos alguno más, pues no todos los moldes tienen la misma capacidad.
Hornear a media altura durante unos 23-25 minutos. Comprobar alrededor de los 20 minutos si están ya listos, pinchando el centro con un palillo; saldrá manchado, pero no debe tener restos húmedos de masa cruda. Esperar un poco fuera del horno antes de desmoldar y enfriar sobre una rejilla.
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Con qué acompañar los muffins de frutos del bosque y masa madre
Sin ser empalagosos ni pesados, estos muffins con masa madre son un bocado perfecto para endulzar el desayuno ocasionalmente, o para acompañar el café de sobremesa o una merienda con té, infusión, té chai latte o bebida vegetal. Es recomendable consumirlos en dos días, guardados en un recipiente hermético, pudiendo alargar esa conservación un poco más en la nevera. Se congelan estupendamente; en ese caso mejor hacerlo recién hechos, fríos, en una bolsa hermética.
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