Los ojitos de buey o lunettes son unas pastas rellenas de mermelada, cubiertas con azúcar glas, que resultan ideales para acompañar la sobremesa. Si eres amante de la repostería casera, te recomiendo hacer esta receta porque salen deliciosas. Son aromáticas, suaves y quedan tan tiernas que se deshacen en la boca.
La particularidad de estas galletitas es que se toman de dos en dos, superpuestas en forma de sándwich con mermelada en el medio, que asoma por el agujero de la galleta superior. Son muy parecidas a las galletas linzer y a las galletas spitzbuben suizas, aunque con ligeras variaciones en la masa.
Para cortar la masa hacen falta dos cortapastas redondos, uno de unos 5 cm de diámetro y otro más pequeño, lo suficiente para que al cortar el interior de la galleta nos quede un margen que cubrir con azúcar glas. Si no dispones de ellos, puedes improvisar con un vaso pequeño, el tapón de una botella,...
Batimos la mantequilla y el azúcar glas con unas varillas eléctricas hasta que obtener una masa cremosa. Añadimos el huevo y una cucharadita de esencia de vainilla. Batimos unos minutos más. Añadimos la harina y la levadura química a través de un colador y mezclamos con una lengua hasta integrar. No hay que amasar.
Envolvemos la masa en papel film y la guardamos en la nevera un mínimo de 30 minutos. Pasado el tiempo de reposo, sacamos la masa de la nevera y la extendemos con un rodillo en una lámina de medio centímetro de grosor aproximadamente. Si la masa se pega al rodillo, la espolvoreamos ligeramente con harina.
Cortamos círculos de masa y los vamos pasando cuidadosamente a una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Después hacemos un agujero centran en la mitad de las galletas, serán las que hagan de tapa una vez montemos los ojitos de buey.
Introducimos la bandeja en el horno, precalentado a 180ºC con calor arriba y abajo, y cocemos las galletas durante diez minutos o hasta que los bordes empiecen a dorarse. Las retiramos del horno y dejamos enfriar completamente antes de continuar.
Sobre las galletas que no tienen agujero extendemos una cucharadita de mermelada. Espolvoreamos las que tienen el hueco central con azúcar glas y las colocamos encima, formando un sándwich. ¡Y ya están listos los ojitos de buey para servir!
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Con qué acompañar los ojitos de buey o lunettes
Estas galletitas son ideales para acompañar con un café o una infusión a la hora de la sobremesa, aunque también se pueden servir para merendar o en el desayuno. Son suaves, tiernas y se deshacen en la boca. Asegúrate de hacer muchas porque las vas a necesitar. Comer una sola es misión imposible.
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