Siempre digo que no me gusta hacer bizcochos con la thermomix, no me quedan igual de altos que cuando utilizo un batidor de varillas. Pero esta receta de bizcocho de nata con crujiente de almendras es una verdadera excepción, pues resultó un pastel esponjoso y húmedo con un sabor delicioso.
A veces en la cocina hay que arriesgar. En las recetas de bizcocho se suele especificar que no hay que abrir el horno hasta que no se haya completado su cocción. Cuando leí en esta receta que el molde tenía que sacarse del horno para verter por encima la cobertura de almendras no estaba muy segura del resultado, pero de nuevo me equivoqué. La capa crujiente que resulta una vez horneado ofrece un contraste que nos gustó mucho a todos.
Empezamos precalentando el horno a 180 ºC. Pasamos después a hacer la cobertura del bizcocho, para ello ponemos las almendras en el vaso de la thermomix y programamos 4 segundos, velocidad 4. No deben quedar muy trituradas. Las vertemos en un cuenco grande y las reservamos.
Después, introducimos en el vaso la mantequilla, el azúcar y el agua y programamos 5 minutos, 90º, velocidad 2. Vertemos esta preparación sobre las almendras que hemos triturado anteriormente y reservamos.
Sin lavar el vaso de la thermomix colocamos las mariposas en las cuchillas, ponemos en el vaso los huevos y el azúcar y programamos 4 minutos, 37º, velocidad 4. (Para thermomix 21: 4 minutos, 40º, velocidad 3). Cuando termine, volvemos a programar 5 minutos, velocidad 4 (3 para modelo 21), esta vez sin programar temperatura.
Añadimos la nata, la harina, la levadura y la sal, programamos 10 segundos, velocidad 2. Terminamos de mezclar ayudándonos con una espátula. Vertemos la mezcla en un molde de cremallera engrasado y lo horneamos durante unos 25 minutos.
Pasado este tiempo sacamos el molde del horno y vertemos por encima la cobertura de almendras. Lo introducimos en el horno unos 15 minutos más. Las almendras tienen que quedar doraditas. Dejamos enfriar bien antes de desmoldar el bizcocho y lo espolvoreamos con azúcar molido antes de servir.
Con qué acompañar el bizcocho de nata con crujiente de almendras
Esta receta de bizcocho de nata con crujiente de almendras es totalmente versátil. Puede servirse tanto en una merienda, para mojar en leche o chocolate, como desayuno para una ocasión especial o como postre de una comida acompañado con un chorrito de nata líquida. Estoy segura que de cualquier forma os conquistará.
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