El conejo es una carne muy limpia y libre de grasa. Es además muy digestiva y una opción deliciosa que se puede preparar de mil formas. En este caso nos apetecía preparar un guisote, así que nos pusimos a ver qué ingredientes había en la nevera y salió esta receta de conejo guisado al brandy con shiitake.
Si no tenéis todos los ingredientes algunos son sustituibles como el brandy, por vino blanco, la panceta por bacon, o los shiitake por champiñones. Así mismo si queréis cambiar algún ingrediente o suprimirlo no hay problema. Una de las ventajas que tienen los guisos es que son muy adaptables y versátiles.
En una cazuela grande ponemos aceite suficiente para freír el conejo. Salpimentamos los trozos de conejo y los pasamos ligeramente por harina. Echamos en la cazuela junto a los tres dientes de ajo sin pelar y doramos. Vamos retirando el conejo a un plato hasta que tengamos todas las partes listas.
Retiramos el exceso de aceite que podemos aprovechar para otra receta de carne. Troceamos las verduras. Agregamos primero la cebolla, luego la zanahoria y cuando la cebolla esté transparente echamos las setas shiitake y la panceta troceadas.
Rehogamos unos minutos hasta que la mezcla tome color y vertemos el brandy. Subimos un poco el fuego para que el alcohol se evapore, agregamos el conejo, cubrimos con agua o caldo y dejamos cocer a fuego bajo hasta que el conejo esté tierno.
Unos 10 minutos antes de terminar la cocción agregamos los guisantes y la patata troceada en triángulos, y frita previamente. Sacamos los dientes de ajo, retiramos la piel y si lo deseamos echamos la carne troceada a la cazuela, queda muy rico.
Terminamos la cocción para que se mezclen bien todos los sabores. Servimos muy caliente. Este guiso mejora si lo servimos al día siguiente de elaborarlo, una vez ha reposado unas horas. En este caso no añadiríamos la patata hasta el día que se vaya a consumir.
Con qué acompañar el conejo guisado al brandy con shiitake
El conejo guisado al brandy con shiitake es una receta deliciosa para la que se necesita un pequeño ratito en la cocina, aunque el resultado merece tanto la pena, que no creo os resulte molesto hacerla, es más, os la recomiendo totalmente. Para tomarla incluso está mejor al día siguiente. Acompañadla con un buen vino, tanto blanco como tinto, aunque al conejo le viene mejor el blanco, y mucho pan porque la salsa está tan rica que no pararéis de mojar.