
La tortilla de calabacín es una de nuestras favoritas y en ocasiones la presentamos así, en forma de mini tortillitas, sirviendo dos por comensal. De esta manera, si queremos ponerla entre pan y pan, hacemos un bocadillo la mar de majo.
En este caso solo le agregamos cebolleta porque no nos gusta mezclar el calabacín con nada más, pero esto es cuestión de gustos. Resulta una tortilla jugosísima y con mucho sabor. La parte de pelar o no el calabacín es a vuestra elección, aunque nosotros recomendamos que para la tortilla le saquéis algo de la parte externa aunque le dejéis vetas verdes.
Calentamos un poco de aceite de oliva en una sartén. Rehogamos la cebolleta picada finamente. Cuando ésta esté transparente echamos el calabacín picado. Pochamos el conjunto, salamos y escurrimos el aceite.
Sacamos todo el aceite restante de la sartén, colocamos de nuevo las verduras y volcamos encima los huevos batidos para hacer la tortilla. Si queremos hacer en versión mini como las mías, dividís las verduras y el huevo batido a la mitad para hacer dos mini tortillas.
Concretamente suelo dejar la tortilla poco cuajada, pero podéis dejar el punto del huevo como más o guste ya que la tortilla de calabacín es jugosa sí o sí. Servimos caliente.
Con qué acompañar las tortillitas de calabacín
Estas tortillitas de calabacín se pueden tomar perfectamente como una cena acompañadas de una buena ensalada. Lo mejor es tomarlas calientes, así que recomendamos que las hagáis en el momento de consumir, aunque frías también muy ricas.