La acelga es una de las verduras de hoja menos apreciadas del panorama. Cuesta un poco acostumbrarse a su ligero amargor, pero una vez ocurre no hay vuelta atrás. El flechazo es instantáneo y uno se encuentra comprándolas en casi semanalmente e incorporándolas a todo tipo de platos, como es el caso de estas lentejas estofadas.
Se trata de un plato tradicional al que damos una vuelta de tuerca y que enriquecemos añadiendo acelgas y el resultado no solo resulta delicioso sino muy nutritivo. Es ideal para conseguir que sus detractores la coman sin protestar, algunos ni se darán cuenta. Palabrita.
Picamos finamente los dientes de ajo, la cebolla, el pimiento verde y la zanahoria. Calentamos un poco de aceite de oliva en una cacerola y sofreímos las verduras durante cinco minutos. Sazonamos ligeramente, incorporamos el tomate rallado, el concentrado y cocemos un par de minutos más.
A continuación añadimos la hoja de laurel, las lentejas y las acelgas. Cubrimos con abundante agua fría y cocemos (mejor tapadas) durante unos 40 minutos o hasta que estén al dente. Si se vieran muy secas, añadimos más agua durante el proceso.
Calentamos un fondo de aceite en una sartén, añadimos el pimentón y retiramos inmediatamente del fuego para evitar que se queme. Volcamos en la cacerola con las lentejas, añadimos las patatas cortadas en dados y cocemos 10 minutos más. Servimos bien calientes.
Con qué acompañar las lentejas con acelgas
Estas lentejas con acelgas son un primer plato perfecto para épocas de frío, cuando el cuerpo pide cuchareo del bueno (aunque nada nos impide consumirlas en cualquier otro momento). Las podemos acompañar de una carne o un pescado y montarnos un menú completo, de los de toda la vida. Si no tenemos mucha hambre, también las podemos servir como plato único.
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