Ya comenté hace un tiempo que me chifla el pisto y no puedo dejar pasar cada oportunidad de probar una nueva variante. Esta receta de pisto marroquí con dátiles me hacía ojitos desde que abrí por primera vez las páginas del libro 'Cocina Marroquí – Tajines y Cuscús', y ya es un plato básico de mi repertorio.
En esta versión las verduras no llegan a deshacerse tanto como es habitual ver en nuestros pistos, por lo que no hay que picarlas demasiado. El toque marroquí lo aportan además las especias, con el ras el hanout como nota dominante, y el añadido de dátiles que se cocinan con la salsa y aportan un contraste dulce delicioso.
Cortar la cebolla en juliana y picar los dientes de ajo (uno o dos, al gusto). Desechar las semillas y filamentos del pimiento y cortar en tiras. Cortar la berenjena en medias lunas y los calabacines en rodajas, no muy finas. Cortar los dátiles por la mitad, desechando el hueso.
Calentar un poco de aceite en una cazuela grande y cocinar la cebolla con los ajos durante unos 3 minutos, hasta que empiecen a transparentarse. Añadir los pimientos, dar unas vueltas y agregar el resto de verduras, mezclando bien. Cocinar durante 5 minutos a fuego fuerte.
Añadir el tomate y el azúcar. Incorporar los dátiles, el ras el hanout y el comino, y salpimentar ligeramente. Mezclar todo bien, bajar el fuego, tapar y cocinar durante unos 40-45 minutos, removiendo de vez en cuando. Corregir de sal y servir con perejil fresco picado.
Con qué acompañar el pisto marroquí
El pisto marroquí con dátiles se puede tomar caliente, recién hecho, a temperatura ambiente o frío. De hecho, pasadas unas horas gana en sabor, aunque hay que procurar no tomarlo directamente de la nevera. Podemos degustarlo como primer plato, acompañando pescado o carne o con cuscús, o convirtiéndolo en una comida más completa añadiendo huevos o tofu.
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