Siempre nos gusta preparar recetas de arroces y fideuás cuando llega el fin de semana. Por lo menos en casa, lo tenemos muy asociado y cuando la familia se va levantando, ya preguntan qué arroz vamos a hacer esta vez. Pues en esta ocasión, en lugar de arroz, hemos preparado una fideuá de marisco y atún fresco que espero que os guste tanto como nos gustó a nosotros.
Con un buen caldo o fumet de pescado, conseguimos unos resultados magníficos ya que los fideos absorben muy bien los sabores y encima podemos tener el plato en la mesa en menos de 30 minutos.
Comenzamos preparando un sofrito casero, con la cebolla, el ajo, el tomate y el pimiento muy picados, y los hacemos en un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra, dejando que se pochen. Si queréis podéis añadir una cucharada de carne de pimiento choricero o ñora. Cuando esté todo bien blando, lo pasamos por la batidora dejándolo como una pasta.
En una sartén grande o paella, ponemos un par de cucharadas de nuestro mejor aceite y salteamos los calamares troceados, y abrimos las almejas. Añadimos el sofrito y rehogamos los fideos hasta que se tuesten. Una vez toman color, incorporamos el caldo de pescado o fumet, unas hebritas de azafrán y dejamos que haga a fuego medio, hasta que los fideos hayan absorbido todo el caldo.
Mientras se va haciendo la fideuá, cortamos el solomillo de atún en tajadas de tamaño medio y las reservamos. En esta ocasión, tenía unos mejillones cocidos que me habían sobrado de otra preparación y unos langostinos también cocidos, por lo que los incorporé en el último momento, simplemente para que no estuvieran fríos.
Cuando la fideuá está terminada, apagamos el fuego y colocamos los tacos de atún fresco en crudo repartidos sobre la paella, y tapamos con un trapo limpio de cocina, dejando que se hagan al vapor con el calor remanente, mientras reposa un poco nuestra fideuá. El sabor de los trozos de atún cocinados así, y su textura tierna y jugosa, os encantarán.
Con qué acompañar la fideuá de marisco y atún fresco
Esta receta de fideuá de marisco y atún fresco la disfrutaréis como plato único, pues es suficientemente contundente como para no necesitar entrantes ni guarniciones. Servir con un vino blanco muy frío.
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