La merluza -o la pescadilla- es un pescado de diario muy socorrido que puede cundir mucho si aprovechamos alguna oferta de un buen ejemplar fresco para usar sus piezas en distintas recetas. También congelada nos puede solucionar muchas comidas y cenas, y con ingredientes económicos como las conservas vegetales y marineras podemos cocinar la merluza en una salsa muy sabrosa de las de mojar media hogaza de pan.
Esta es de esas recetas que demuestran que tirando de despensa se pueden improvisar platos sin grandes complicaciones, y que nos recuerdan lo importante que es tener la despensa bien surtida con latas y botes de larga conservación, aunque no sean la gama más cara del mercado. Tomando algunos ingredientes de la típica salsa verde, es un plato que admite multitud de toques al gusto de cada casa.
Dejar el pescado a temperatura ambiente y secar con papel de cocina. Se puede enharinar ligeramente, aunque no es necesario; si son rodajas hermosas, cortar por la mitad. Picar en brunoise (cubitos) la cebolleta y el pimiento sin las semillas, y picar finalmente el diente de ajo.
Pochar estos ingredientes en una cazuela con un chorro de aceite de oliva, a fuego suave, con una pizca de sal. Cuando se transparente la cebolleta, añadir los espárragos y dejar que se cocinen unos minutos hasta que estén muy blandos. Añadir un poco del líquido de la conserva de los espárragos y todo el líquido de los mejillones, reservando estos.
Retirar todo el contenido de la cazuela al vaso de una batidora y triturar, añadiendo un poco más de caldo de espárragos si fuera necesario. Se puede colar por el chino si se quiere una textura muy fina. Marcar por ambos lados la merluza en la misma cazuela, con un poco de aceite, y retirar.
Reincorporar la salsa a la cazuela, regar con el vino y dejar que se evapore el alcohol. Volver a poner la merluza, echar los mejillons reservados y un puñado de guisantes. Cocinar el conjunto a fuego suave hasta que los guisantes y el pescado estén en su punto. Corregir de sal si fuera necesario y servir con tomillo, perejil u otra hierba.
Con qué acompañar la merluza en salsa de espárragos
Esta receta de merluza en salsa se presta especialmente bien a servirla de segundo plato, tras un primero de verduras que no sea muy pesado, como un poco de pisto al gusto, un salteado de coles o una ensalada ligera. Después solo necesitamos buen pan para mojar y rebañar la salsa, aunque quienes busquen subir el contenido energético del plato pueden añadir unas patatas pequeñas cocidas o algo de arroz integral.
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