Esfuerzo mínimo y lucimiento máximo. Esta es una de esas recetas originales y sabrosas con las que definitivamente podrás sorprender a tus invitados. Este milhojas de tortillas y crujientes de parmesano es fácil y está delicioso. Ideal para una ocasión especial.
Es una receta muy versátil. Las tortillas se pueden preparar con los ingredientes que tengas a mano. Yo he usado espinacas y puerro, pero las puedes hacer de cualquier otra verdura, carne, pescado,...tu decides. ¡Aprovecha la ocasión para dar salida a sobras que tengas en la nevera!
Es recomendable hacer las tortillas y los crujientes de queso del mismo diámetro para que, al montar el milhojas, quede lucido. En caso de no tener parmesano a mano, prueba a usar grana padano o cualquier queso manchego curado. Los crujientes saldrán igual de sabrosos.
Comenzamos preparando los crujientes de parmesano y así, mientras están en el horno, podemos pasar a las verduras. Para ello colocamos círculos de queso rallado, procurando que sean del mismo tamaño, sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Hacemos seis en total, el mismo número que de tortillas.
Llevamos la bandeja al horno, precalentado a 180ºC con calor arriba y abajo, y programamos ocho minutos. En cuanto se empiecen a dorar, apagamos el horno, semi-abrimos la puerta y dejamos que se enfríen en su interior. Cuando pierdan temperatura se volverán crujientes y los podremos retirar de la bandeja.
Mientras tanto lavamos un puerro, solo la parte blanca, para retirar posibles restos de arena, Lo cortamos por la mitad, a lo largo, y después cortamos cada mitad en finas tiras. Lo pochamos en una sartén con un poco de aceite, a fuego medio, hasta que esté tierno. Unos ocho o diez minutos.
También lavamos las espinacas y las introducimos en una cacerola con un par de cucharadas de agua. Tapamos y cocemos a fuego medio durante cinco minutos. Dejamos que se atemperen antes de escurrirlas bien. Las picamos a cuchillo y las reservamos.
Batimos los huevos en dos recipientes separados. Añadimos las espinacas a uno de ellos y los puerros al otro. Salpimentamos al gusto. De cada mezcla cuajamos tres tortillas en una sartén con un poco de aceite. Procuramos que tengan el mismo tamaño que los crujientes. Montamos el milhojas alternando las tortillas con los crujientes y servimos.
Con qué acompañar el milhojas de tortillas y crujientes de parmesano
Yo no concibo una tortilla sin un acompañamiento de ensalada y pan. Hacen el conjunto perfecto para un almuerzo o cena informal. Los crujientes de parmesano aportan contundencia al milhojas, así que mi recomendación es decantarse por algo ligero y básico como un tomate aliñado o una sencilla ensalada de hojas verdes.
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