Los mejores centrifugadores de verduras: ¿cuál comprar? Consejos y recomendaciones

Limpiar tanto las verduras como la fruta e incluso la lechuga que vayamos a consumir es tan importante como mantener la cocina impoluta. Aunque las hortalizas y/o verduras te las haya regalado tu madre con todo su amor. Esto no las exime de que puedan estar llenas de insectos, tierra o de restos de insecticidas y/o pesticidas.

En los últimos años el mercado se ha llenado de productos con los que limpiar frutas y verduras. Pero también para desinfectarlos debidamente y que no tengan ninguna bacteria dañina. Esto se ha extendido especialmente entre las mujeres embarazadas. Que usan estos productos para la correcta y profunda limpieza de frutas, verduras y hortalizas. Así podrán consumirlos sin que nada afecte a ellas o a su bebé.

Hace unos meses la OCU reveló cuales eran los alimentos que llevaban más pesticidas. Estos eran los plátanos, el pimiento dulce y los hongos (champiñones, etc.). Alimentos que comemos en el día a día. Y aunque los plátano podemos pelarlos las setas o champiñones no. Así que si no los lavamos a conciencia podríamos estar ingiriendo sustancias nocivas para la salud.

Y aunque quitar la piel es una buena idea, no todas las verduras y hortalizas pueden ser peladas. Estas requerirán una higiene apropiada y más profunda. Así eliminaremos restos de bacterias, pesticidas, tierra, y demás. Lo cual los hará aptos para que consumirlos con total seguridad.

Por otro lado mantener estos alimentos secos a la hora de cocinarlos o de almacenarlos también es importante. Las verduras húmedas tienden a estropearse antes o a desarrollar hongos u otro tipo de microorganismos. Además una ensalada con la lechuga húmeda estropea el aliño. Y las verduras demasiado húmedas provocan que acabemos cociendo más que salteando. Y es aquí cuando los centrifugadores entran en juego.

Te permitirán tanto lavar como secar los productos del campo. De modo que cuando los almacenes ya sea tras envasarlos con tu envasadora al vacío o en tuppers de cristal no se estropeen fácilmente. Esto de lo que venimos a hablaros hoy: de los centrifugadores de verduras, lechugas y demás. Con esta guía completa sabrás escoger el que mejor encaje según tus necesidades.

Cómo limpiar frutas, verduras y lechugas a mano con el centrifugador

Empezaremos por explicar un poco la forma correcta de lavar frutas, verduras y hortalizas. Muchas veces no basta con solo darles un agua. Podrás usar tu centrifugador tanto para lavarlas como para el secado posterior. Un centrifugador de lechugas consta de tres partes:

• El cuenco: puede ser de plástico o de cristal. Es donde colocaremos la cesta escurridora y también lo que queramos lavar. Para lavar la llenaremos con agua. Para centrifugar la vaciaremos y secaremos con un trapo.
• La cesta: es un escurridor de los de siempre aparentemente. Suele ser flexible o semirrígido. Se pone dentro del cuenco y dentro de la cesta los alimentos.
• Tapa: es la que tiene el mecanismo -a mano, presión, tracción o eléctrico- y a la cual se engancha la cesta. Gracias a dicho mecanismo la cesta puede girar produciéndose el centrifugado.

A la hora de limpiar los alimentos podemos: o bien limpiarlos a parte o usando el centrifugador. El mecanismo rotatorio del centrifugador es ideal para lavar a fondo. Su movimiento imita al de la lavadora. Si preferimos hacerlo a parte no tendremos que lavar y secar el centrifugador para reusarlo.

Para lavar las verduras, hortalizas y demás podemos hacerlo solamente con agua. O, por el contrario, usar soluciones preparadas para desinfectar y lavar. Dichas soluciones no alteran el olor ni sabor de lo que lavemos. Son productos muy seguros de usar.

Por referenciar uno diré que mi hermana, estando embarazada, usaba la Amukina. Era segura, no dejaba olores ni sabores, y nunca afectó en nada ni a ella ni al bebé. Bastaba con diluir un tapón con agua y sumergir las verdura en ellos. Tras 15 minutos se enjuagaban bien y los secábamos. Pero cada producto tiene sus instrucciones y siempre hay que leerlas antes.

Obviamente el centrifugador debe estar siempre muy limpio. Después de todo si no lo mantenemos limpio no será apto para higienizar o secar alimentos. Por lo general podremos limpiarlos en el lavavajillas. Algunos, como los eléctricos por ejemplo, requerirán que la tapa se limpie a mano.

Tipos de centrifugadores de verduras

Centrifugadores de lechugas hay muchos y de muchos tipos. Los hay manuales, a tracción, presión y eléctricos. Cada uno de ellos es bueno por un motivo, tienen sus ventajas y sus desventajas. Cosas que creemos que debes conocer antes de tomar cualquier tipo de decisión.

Manuales

Como su propio nombre indica funcionan accionándolos de modo manual. Suelen tener una especie de manivela en la tapa. De la cual nos ayudaremos para dar vueltas al mecanismo. Son las más básicas y podemos encontrarlas a buen precio en cualquier tienda. Las hay en una gran variedad de tamaños y colores. Una de sus principales ventajas sería que son asequibles. También muy sencillas de utilizar y no requieren ni carga, ni pilas. Un contra sería precisamente que sean manuales y que pueden ser algo lentas.

Tracción

Se podrían considerar manuales también. Pero en lugar de girar la manivela de la tapa tiraremos de la cuerda que acciona el mecanismo giratorio. Son más rápidas que las anteriores. Ya que con dos tirones la cesta girará rápidamente. Lo que se traduce en un secado más rápido. Una desventaja sería que el movimiento para accionarla puede ser algo brusco. Las hay de varios tamaños incluso algunas de tamaño más pequeño para raciones pequeñas.

Presión

Esta es otra variante de los manuales. Pero en este casi ni giramos ni tiramos: presionamos. La tapa tiene un mecanismo con un botón que debemos presionar repetidamente. De este modo hace que la cesta centrifugadora gire. Tambien es bastante rápido. Entre sus ventajas destacaríamos la comodidad, sencillez y facilidad de uso. Una desventaja sería simplemente el hecho de tener que hacerlo manual.

Eléctricos

Lo creas o no los hay. Nos puede resultar raro siendo un gadget que está en contacto con el agua. Pero no te preocupes que está pensado para eso. Aunque quizá mejor reservarlo solo para secar frutas, verduras, lechugas, etc. Esta quizá sería una desventaja. Por otro lado si está bien cargado con solo pulsar un botón podrás ponerlo en marcha. Tendrás tus alimentos secos en cuestión de segundos. Su ventaja es la comodidad, claramente. Y otra desventaja es que pueden resultar más caros.

Que tener en cuenta al comprar un centrifugador de verduras

Ahora que ya sabemos de qué partes consta un centrifugador y los tipos que hay. Pasamos a lo que deberíamos considerar a la hora de comprar uno. Después de todo quizá uno eléctrico nos conviene más de lo que pensamos. O igual uno de tamaño superior al estándar nos iría mejor.

Tamaño

Por lo general los centrifugadores suelen ser de tamaño estándar. Lo justo para poder secar una cantidad normal de lechuga. Pero los hay de mayor tamaño ideales para familias numerosas. Si somos muchos no nos valdría con el tamaño estándar. O tendríamos que ir secando la lechuga por turnos.

Otro ejemplo práctico sería el secar la patata ya troceada para nuestra tortilla de patatas. Con uno pequeño tendríamos que hacer varias tandas. Con uno estándar quizá iríamos bien -hasta la tortilla más pequeña necesita bastante patata-. Y con uno grande la secaríamos toda de una vez. Resumiendo: toma en consideración las raciones que prepares en casa normalmente.

Modo de funcionamiento

De esto también depende un poco la comodidad que busquemos. Si no nos importa estar un ratito girando la manivela uno manual es suficiente. Si buscamos eficacia y optimizar el tiempo entonces el eléctrico es la mejor elección.

En este apartado también entra en juego la rapidez. Los de tracción o de presión son bastante rápidos. Tambien en este caso nos serviría el eléctrico que combina rapidez con eficacia y permite hacer varias cosas a la vez.

Materiales

Por lo general los centrifugadores suelen ser de plástico. La cesta lo es ya que necesita cierta flexibilidad para moverse incluso siendo rígida. Además el plástico resiste a la humedad y no se estropea, ni hay peligro de la aparición de hongos o de corrosión. Algunos que cuentan con boles de cristal para que podamos usarlos como ensaladera. Pero lo habitual es que sean enteramente de plástico.

Precio y calidad

Aquí vamos a tener en cuenta especialmente la frecuencia de uso. Cuanto más la usas pues más se va desgastando. A la hora de comprar una pregunta que todos deberíamos hacernos es: ¿Aguantará todo el uso que voy a darle? Dicen que lo barato sale caro y a veces así es. Un producto de menos calidad y hecho con materiales pobres acabará rompiéndose más pronto que tarde.

Por eso quizá en este caso si pensamos darle un uso casi a diario. Quizá lo mejor es invertir un poco más en un centrifugador. Si tenemos que estar comprando uno cada dos por tres gastaremos el doble. Al decantarnos por el de mejor calidad invertimos en un producto que puede durarnos mucho tiempo.

Qué centrifugadores de verduras comprar: las mejores opciones

Centrifugador de verduras Good Grips OXO

Este centrifugador funciona mediante mecanismo de presión. Es de los más sencillos de usar. Lo encontrarás también muy cómodo. Tiene un tamaño estándar como para hacer una ensalada individual. Con él incluso podrás secar tus verduras antes de cocinarlas.

Tiene un freno por si queremos cortar el proceso de secado. Y su precio es de 31,95 euros en El Corte Inglés. El bol puede usarse por separado para servir nuestras ensaladas cómodamente. O también como fiambrera para almacenar en la nevera lo que hayamos lavado y/o secado.

Centrifugador de verduras Metaltex

Con este centrifugador de tracción tendrás todo seco en pocos segundos. Es muy sencillo de usar y el mecanismo no es nada incómodo. Tampoco te costará de accionarlo. Su precio es de 23,02 euros y es sencillo de usar como los de manivela de siempre.

Está hecho con materiales de muy buena calidad, es resistente y muy duradero. El tamaño es estándar para preparar una ensalada de tamaño normal. Podremos lavarlo en el lavavajillas, no se estropeará.

Centrifugador de verduras HEGAHOGAR

Este es un centrifugador de manivela de siempre. Solo tendrás que introducir las frutas, verduras u hortalizas, cerrar la tapa y girar la manivela. La suavidad con la que gira la cesta hará que sea cómodo de usar. Tiene un diseño muy sencillo y una capacidad de 5,5 litros. Su precio es de 6,99 euros en Carrefour. Esta fabricado en materiales de gran calidad que lo convierten en un producto duradero. Podrás ver en todo momento el estado de la verdura que estés secando.

Centrifugador de verduras eléctrico Folpus

Llegamos al centrifugador eléctrico. Se carga fácilmente mediante USB. Es resistente y rápido. Con solo pulsar un botón tras llenar la cesta de alimentos el centrifugador hará su trabajo él solo. En pocos minutos tendrás todo seco y listo para comer.

Su precio es de 29,18 euros en Amazon. Tiene una capacidad de 4 litros y promete 100 usos antes de descargarse. A la hora de limpiarlo el bol y cesta pueden meterse en el lavavajillas. La tapa es mejor limpiarla a mano como se indique en el manual.

Centrifugador de verduras UPPFULLD

Disponible en Ikea a un precio de 4,99 euros este centrifugador de verduras es manual. Podríamos decir que es básico, sencillo de usar y perfecto para el día a día. Es ideal para secar desde lechugas hasta verduras de todo tipo. No tiene mayor misterio que girar la manivela a la velocidad que consideremos pertinente.

Usa la cesta para enjuagar la lechuga en el fregadero antes de introducirla en el centrifugador. Cuenta con un asidero por el que sujetarlo para que no se nos mueva al usarlo. Está hecho de plásticos de buena calidad y resistentes a los golpes.

Nota: algunos de los enlaces aquí publicados son de afiliados y pueden reportar un beneficio a DAP. Los precios y disponibilidad pueden variar tras la publicación.

Fotos | Amazon, El Corte Inglés, Ikea, Carrefour,

En DAP Selección | Las mejores fiambreras infantiles: ¿cuáles comprar? Consejos y recomendaciones

En DAP | Este estudio afirma que el aguacate reduce el colesterol y mejora la dieta. Pero tiene truco (y nos deja una valiosa lección)