Ahora que aprieta el calor, la cerveza se vuelve más deliciosa si cabe, sobre todo cuando está bien fría. Pero no son pocos los peligros que acechan a nuestro preciada bebida dorada; si nos entretenemos mucho bebiéndonosla su temperatura alcanzará cotas indeseables y perderá su gas, convirtiéndose así en un líquido todavía dorado, pero con comparaciones escatológicas.
Para mantenerla fría, podemos recurrir a los socorridos cubos con hielo, pero para evitar que el gas se escape hay que echar mano de soluciones más ingeniosas, y ahí es donde entran los Beer Savers, que no son más que tapones de silicona para tapar la cerveza y así conseguir retener las preciadas burbujas.
Tienen la forma de las tradicionales chapas de los botellines pero, al estar hechos de silicona, se pueden poner y quitar con facilidad. Además, al haber de diferentes colores, sirven también para que cada uno pueda identificar su botellín y no haya peleas por la propiedad del que le queda más cerveza.
Vienen en packs de seis a un precio muy razonable, 6 euros. Claro que si no queréis gastaros ni un duro hay una solución universal; beber rápido y pasar a la siguiente cerveza.
Vía | Compradicción En Directo al Paladar | Vasos de cerveza inspirados en Perdidos En Directo al Paladar | Como enfriar una cerveza en tan solo tres minutos