Abrir la nevera puede ser una fiesta de olores, texturas y sabores. Sin embargo, hay personas a los que los aromas le desagradan en exceso, como es el caso de mi mujer, lo huele todo. Por ese motivo, a veces tiramos alimentos a los que no les damos uso en el momento y en la nevera se suelen pasar como puede ser la cebolla.
Pero como la economía no está para trotes, y hay que aprovechar todo al máximo (no sólo hay que ahorrar en época de vacas flacas), hoy os presento un curioso recipiente para guardar las cebolla que te han sobrado y que conserven sus propiedades originales.
Con forma de cebolla y en sus característicos tonos, podrás almacenar la cebolla que te ha sobrado y así el olor no invadirá tu frigorífico. Sinceramente, también la puedes guardar en un taper, pero es que son tan graciosas que dan ganas de comprarse una por lo menos.
Vía | Las lentejas
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