48 horas en Avilés: qué hacer y qué comer en una de las ciudades más relevantes de Asturias

Rula, Oscar Niemeyer, cachopos, carbayos, plazas y parques, oricios, arte contemporáneo, mantecados, playas eternas, museos mineros… Aquí cabe prácticamente todo

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Jaime de las Heras

Editor Senior
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Jaime de las Heras

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A orillas de una ría que fue arteria comercial y motor de crecimiento, Avilés se levanta como una ciudad que ha sabido reinventarse sin renunciar a su memoria. Durante siglos, marineros, comerciantes y artesanos poblaron sus calles porticadas, dejando un legado que hoy se respira en plazas, palacios y templos centenarios.

En el siglo XX, el rugido de la siderurgia y el humo de las chimeneas marcaron su silueta, convirtiéndola en uno de los centros industriales más potentes del norte de España.

Ese pasado fabril, lejos de ser una sombra, se ha integrado en su identidad. Los restos de cargaderos, grúas y naves conviven ahora con paseos ajardinados y espacios culturales que miran al futuro. El Centro Niemeyer, con sus formas curvas y blancas, simboliza esta transformación: una apuesta decidida por la cultura y la modernidad en pleno corazón de la ría.

Palaciu De Balsera C Ayuntamiento De Aviles Palaciu de Balsera. ©Ayuntamiento de Avilés.

En el casco histórico, las callejuelas empedradas conducen a plazas donde la vida fluye entre terrazas, mercados y fachadas que combinan piedra, madera y hierro forjado. Avilés ha sabido conservar sus barrios más antiguos, como Sabugo, y convertirlos en lugares vivos, donde lo tradicional se mezcla con lo contemporáneo.

Plaza Del Carbayedo Plaza del Carbayedo. ©Ayuntamiento de Avilés.

La villa no está sola: forma parte de la comarca de Avilés junto a concejos como Castrillón, con sus inmensas playas; Corvera de Asturias, que guarda vestigios mineros; o Gozón, donde el Cabo Peñas se asoma al Cantábrico con sus acantilados vertiginosos. Esta proximidad permite, en pocos kilómetros, pasar del bullicio urbano a la serenidad del mar o a los silencios de la montaña.

Iglesia De San Nicolas De Bari Iglesia de San Nicolás de Bari. ©Ayuntamiento de Avilés.

Las fiestas avilesinas son otro reflejo de su carácter. El Antroxu, uno de los carnavales más emblemáticos de Asturias, llena de color y humor las calles en febrero, mientras que la Semana Santa destaca por su sobriedad y tradición centenaria. Todo ello convierte a Avilés en un destino perfecto para un viaje corto pero intenso, donde la historia se palpa, la modernidad se admira y la gastronomía seduce desde el primer bocado.

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Día 1: del Avilés tradicional al Avilés moderno

Mañana: barrios tradicionales, plazas e iglesias

El recorrido matinal puede comenzar en la Plaza de España, conocida popularmente como El Parche, epicentro de la vida avilesina. Rodeada por edificios singulares como el Ayuntamiento y el Palacio de Ferrera, es un punto de partida perfecto para adentrarse en el casco histórico. Desde aquí, el visitante puede recorrer la Calle Galiana, una vía porticada que conserva su trazado del siglo XVII, famosa por su suelo inclinado y su animada vida comercial. La calle es ideal para pasear con calma, deteniéndose en sus tiendas tradicionales y cafés.

Plaza Del Carbayo Plaza del Carbayo. ©Ayuntamiento de Avilés.

Avanzando hacia el Barrio de Sabugo, antiguo núcleo marinero de Avilés, el viajero encontrará un entramado de calles estrechas y casas de pescadores, junto con la Iglesia Vieja de Sabugo, un templo románico del siglo XIII que constituye uno de los edificios más antiguos de la ciudad. En la misma zona se ubica la Iglesia Nueva de Sabugo, de estilo neogótico, que ofrece un marcado contraste con la sencillez de la anterior.

Calle La Ferreria Calle de la Ferrería. ©Ayuntamiento de Avilés.

Otro punto de interés es la Plaza de Álvarez Acebal, donde se levanta el imponente Palacio de Camposagrado, ejemplo del barroco asturiano y hoy sede judicial. Sus muros han sido testigos de la historia de la villa y constituyen un excelente lugar para comprender la importancia que tuvo Avilés como centro administrativo y comercial.

Palacio De Camposagrado Palacio de Camposagrado. ©Ayuntamiento de Avilés.

La Iglesia de San Nicolás de Bari, patrono de la ciudad, merece una visita detallada. Su interior alberga retablos barrocos y una colección de arte sacro que ilustra la religiosidad de la ciudad en los siglos pasados. Los amantes de la arquitectura podrán apreciar su fachada sobria, acorde con el estilo asturiano de la época.

Iglesia De Santo Tomas De Canterbury Iglesia de Santo Tomás de Cantorbery o Iglesia Nueva de Sabugo. ©Ayuntamiento de Avilés.

Para completar la mañana, se puede recorrer la Ría de Avilés por el paseo fluvial que conecta el casco histórico con las zonas de nueva urbanización. Este tramo ofrece vistas del puerto, del puente de San Sebastián y de antiguos almacenes que han sido rehabilitados para nuevos usos culturales. También se puede aprovechar la coyuntura y acercarse a la rula de Avilés, la lonja local, una de las más movidas de Asturias, que ofrece visitas guiadas por sus instalaciones.

COMIDA: Casa Tataguyo, comerse 170 años de historia

Besugo Besugo al horno con patatas. ©Casa Tataguyo.

Casa Tataguyo es el gran emblema de la cocina tradicional asturiana en Avilés, donde sienta cátedra su fundación en 1845. El local, en plena Plaza del Carbayedo, mantiene la esencia de las antiguas casas de comidas, con un ambiente cálido y sencillo, cuajado de madera, que supone casi un viaje al pasado en cuanto a la estética.

Callos Callos de Casa Tataguyo.

No obstante, no hablamos de un restaurante que se ha quedado anclado en el pasado, aunque sus recetas tradicionales sean el motor que mueve su cocina, contando con un servicio de primera, muy profesional, y donde se ha dado mucha importancia al trabajo en sala y a la sumillería.

Fritos Fritos de pixín. ©Casa Tataguyo.

De aquí no deberías marcharte sin probar la fabada, los pescados al horno, los platos de cuchara o los fritos de pixín. Deja hueco para el postre, especialmente para su arroz con leche.

Tarde: Centro Niemeyer, patrimonio industrial y Cementerio de La Carriona

Centro Niemeyer Centro Niemeyer visto desde la ría de Avilés. ©Ayuntamiento de Avilés.

Por la tarde, el protagonista indiscutible es el Centro Niemeyer, diseñado por el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer. El complejo incluye una cúpula expositiva, una torre mirador, una sala polivalente y un auditorio que acoge conciertos y representaciones teatrales. Las exposiciones temporales y actividades culturales cambian cada pocos meses, por lo que conviene consultar la agenda con antelación.

Museo De La Historia Urbana De Aviles Museo de la Historia Urbana de Avilés. ©Ayuntamiento de Avilés.

Muy cerca, el visitante podrá conocer el Museo de la Historia Urbana de Avilés (MHUA), que ofrece un recorrido interactivo por el pasado de la ciudad, desde sus orígenes medievales hasta la transformación industrial del siglo XX. La entrada es gratuita, y su ubicación, junto al parque de Ferrera, lo convierte en una parada cómoda dentro del itinerario.

Para profundizar en la huella industrial de la villa, resulta interesante la Ruta de la Ría, que combina historia y paisaje. Recorre antiguos cargaderos, grúas y elementos portuarios que han sido integrados en un entorno peatonal. Esta ruta puede hacerse a pie o en bicicleta y cuenta con paneles informativos que contextualizan cada punto de interés.

Cementerio Municipal De La Carriona Y Su Centro De Interpretacion Ciclac 2 Cementerio Municipal de la Carriona. ©Ayuntamiento de Avilés.

Otro lugar singular es el Centro de Interpretación del Cementerio de La Carriona, un camposanto monumental inaugurado en 1890 y que hoy se ha convertido en un atractivo turístico por su valor artístico y patrimonial. El centro de interpretación explica el contexto histórico de su construcción, las corrientes funerarias de la época y los símbolos que decoran mausoleos y panteones. La visita guiada, de aproximadamente una hora, permite descubrir historias curiosas de personajes ilustres de Avilés, así como apreciar esculturas y trabajos de cantería de gran calidad.

Cena: de sidras y de asturperuanos

Escanciado En Sidreria Cabrunana Escanciado en Sidrería Cabruñana.

Aunque Avilés no sea el meollo sidrero de Asturias, eso no quiere decir que no haya restaurantes y sidrerías donde se rinda tributo a esta bebida. Un clásico es Casa Lin, en pleno barrio de Sabugo y a un paso de la Iglesia Vieja, un local igualmente centenario.

Sin pretensiones, con buen precio y calidad, aquí la voz cantante la llevan los clásicos como la fabada, el pixín, el cordero guisado y la sidra bien escanciada, tanto en mesa como en la barra.

Centollo Con Su Cuerpo Y Sus Patas C Sidreria Cabrunana Centollo con su cuerpo y sus patas. ©Sidrería Cabruñana.

Otro imprescindible en el centro es la Sidrería Cabruñana, abierta desde los años noventa, y que tiene presume –con razón– de tener muy buen marisco y pescado, especialmente los que trabajan a la plancha.

Salmonete A La Espalda C La Botella Salmonete a la espalda. ©La Botella.

Dirección también para tomar nota es la del marisquería La Botella, donde también prima el buen producto y corre la sidra a raudales. Aquí, además de marisco, no dejes de echar un vistazo a las propuestas habituales que suele haber de guisos y de trabajo en plancha, como sucede con sus chipirones.

Distinto, pero con raíz asturiana, es la propuesta de Ronda 14, el restaurante con el que el chef peruano Mario Céspedes y la avilesina Conchi Álvarez comenzaron un idilio gastronómico que, incluso, les ha llevado a abrir en Madrid varios locales.

Pulpo Parrillero Con Patatinas Pulpo parrillero con patatinas. ©Ronda 14.

En el Ronda 14 original encontrarás una fusión de elementos peruanos y de la cocina nikkei con ingredientes asturianos, dando rienda suelta a temakis, makis y gyozas, pero también alguna pincelada localista como las el tataki de bonito o las patatas rellenas de carne guisada.

Día 2: más allá de Avilés, una ración de minas y playas

Mañana: playas de Salinas y Xagó

La mañana puede dedicarse a la costa del concejo de Castrillón, a pocos minutos en coche o autobús desde Avilés. La Playa de Salinas es un extenso arenal muy apreciado por surfistas y paseantes. Cuenta con un amplio paseo marítimo, terrazas y chiringuitos abiertos durante gran parte del año.

Playa De Salinas C Turismo De Castrillon Playa de Salinas. ©Turismo de Castrillón.

El Museo de Anclas Philippe Cousteau, situado en un mirador sobre la playa, ofrece esculturas y anclas procedentes de distintas partes del mundo, además de vistas panorámicas sobre el litoral.

Museo De Las Anclas C Turismo De Asturias Museo de las Anclas. ©Turismo de Asturias.

A unos kilómetros, en el concejo de Gozón, se encuentra la Playa de Xagó, más salvaje y abierta al mar. Es ideal para quienes buscan un entorno menos urbano y un contacto más directo con la naturaleza. Sus dunas y humedales están protegidos, y se recomienda llevar calzado cómodo para explorar los senderos que rodean la playa.

Playa De Xago C Turismo De Asturias Playa de Xagó. ©Turismo de Asturias.

Ambas playas disponen de aparcamientos y accesos señalizados. Durante la temporada alta, se ofrecen servicios de socorrismo, alquiler de tablas y clases de surf. En los meses más tranquilos, son perfectas para dar largos paseos o practicar fotografía de paisaje.

Comida: Real Balneario, un pie de playa distinto

Sala Del Real Balneario Sala del Real Balneario.

A escasos metros de la arena y con vistas directas al Cantábrico, el Real Balneario de Salinas es uno de los templos gastronómicos de Asturias. Fundado en 1992 sobre las instalaciones del antiguo balneario real de la playa, el restaurante ha sabido aprovechar una ubicación privilegiada para ofrecer una experiencia donde el mar es protagonista tanto en el plato como en el paisaje.

La familia Loya, con Isaac y Esther al frente, ha convertido el Real Balneario en un referente que combina técnica, sensibilidad y respeto por el producto. Su cocina parte de una sólida base clásica, pero se atreve con guiños a la modernidad.

Sala y Cocina en perfecta sintonía en el Real Balneario de Salinas Sala y Cocina en perfecta sintonía en el Real Balneario de Salinas

Entre las especialidades más celebradas figuran el bogavante del Cantábrico con vinagreta de su coral, el virrey asado con refrito de ajos o el rodaballo salvaje a la parrilla. Un restaurante fundamental para comerse Asturias desde un comedor acristalado permite disfrutar de las olas de un estrella Michelin.

Tarde: Pozo Arnao, la primera mina submarina de Europa

Por la tarde, la propuesta es descubrir un capítulo singular de la historia minera europea: el Pozo Arnao, situado en Castrillón. Esta explotación, activa entre mediados del siglo XIX y comienzos del XX, fue pionera en la minería submarina, con galerías que se adentraban bajo el mar Cantábrico.

Mina De Arnao Mina de Arnao.

El actual Museo de la Mina de Arnao ocupa las instalaciones restauradas del antiguo pozo vertical. La visita incluye el edificio de la casa de máquinas, el castillete y la bajada a una galería acondicionada para el público. La entrada general ronda los 4 euros, y existen visitas guiadas muy recomendables para comprender el contexto histórico y técnico de la explotación.

Pasillos De La Mina C Mina De Arnao Galerías de la mina. ©Mina de Arnao.

El entorno de Arnao combina patrimonio industrial y paisaje costero. A pocos metros de la mina se abre la Playa de Arnao, pequeña y recogida, ideal para un paseo vespertino. Desde sus miradores se obtienen vistas privilegiadas sobre la línea de acantilados que se extiende hacia el Cabo Peñas.

Cena: despedidas con futuro

Tras darnos atracones de sidra, de marisco y de vestir mesas elegantes, es el momento de comprobar que, igual que su patrimonio, la cocina en Avilés tiene mucho futuro en mano de varios chefs jóvenes como Adri San Julián y Alejandro Villa.

Adrian San Julian E Iratxe Miranda C Yume Adrián San Julián e Iratxe Miranda. ©Yume.

El primero oficia en el restaurante Yume. El segundo hace lo propio en El Pandora. Ambos representan a la perfección esa nueva ola que ha sabido apostar por lo local, por el producto y, sin embargo, seguir lanzando un mensaje de optimismo gastronómico.

Lengua De Ternera Sobre Toffee De Tuetano Lengua de ternera sobre toffee de tuétano. ©Yume.

Bien acompañado en sala y sumillería por Iratxe Miranda, la propuesta de Adri San Julián en Yume, en plena Torre del Niemeyer, con un gastrobar que ofrece dos menús degustación –uno corto y otro largo– donde hace del aprovechamiento y la creatividad la razón de ser.

Ensaladilla De Bogavante C El Pandora Ensaladilla de bogavante. ©El Pandora.

En El Pandora, Alejandro Villa retoma el pulso a un restaurante familiar para, desde una óptica siempre enfocada en el producto, dar aún más cariño a las elaboraciones y puntos, presentando sus platos con detalles de originalidad que multiplican, sin enmascarar, la esencia de los platos.

Angulas Con Huevo Frito C El Pandora Angulas con huevo frito. ©El Pandora.

Fritos de pixín, canelones de centolla, pescados fuera de carta, varias ensaladillas y arroces, incluyendo un clásico como el arroz con pitu caleya, refuerzan una propuesta sabrosa y potente imprescindible en la nueva escena avilesina.

Imágenes | Ayuntamiento de Avilés / Sidrería Cabruñana / Yume / Casa Tataguyo / La Botella / El Pandora / Real Balneario de Salinas / Ronda 14 / Museo de la Mina de Arnao

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