El pueblo más bonito de la Sierra de Gredos es una escapada de otoño perfecta en plena naturaleza (y tiene un museo encantador)

En pleno Parque Regional de la Sierra de Gredos (Ávila), se encuentra el que tiene fama de ser el pueblo más bonito de la zona, Candeleda, localidad y municipio del mismo nombre. De origen medieval y conservando restos arqueológicos que incluyen pinturas rupestres, es una escapada ideal para perderse un par de días de otoño antes de que las temperaturas bajen demasiado.

Su emplazamiento, en la vertiente meridional de Gredos y a los pies del Almanzor, en el Valle del Tiétar, permiten que Candeleda se vivan temperaturas más suaves en invierno que otras zonas de la Comunidad, pero sin duda es en las estaciones más templadas cuando se disfrutará más de todos los encantos que tiene que ofrecer el pueblo.

El corazón de la localidad es la Plaza del Castillo, centro neurálgico y de ocio de los vecinos y visitantes, donde hasta que no aprieta el frío se pueden relajar en las terrazas que se instalan hasta la noche. No muy lejos se encuentra otro punto clave pero de menores dimensiones, la Plaza Mayor, cuyo mayor interés reside sin duda en la famosa Casa de las Flores que se abre a ella.

Este edificio histórico, construido en 1862 en piedra, con ocho balcones y grandes ventanales, está cubierto todo el año de vistosas macetas con coloridas flores que invitan a entrar a recorrer sus estancias. La construcción en sí es un pequeño museo popular lleno de enseres, muebles y objetos antiguos, pero además esconde el más que recomendable Museo del Juguete de Hojalata.

Con o sin niños, el museo es otra visita imprescindible en la que dejarse llevar a un mundo mágico protagonizado por más de 2.000 piezas de todo tipo, algunas muy antiguas y fascinantes, muy bien conservadas, y otras que despertarán recuerdos nostálgicos a más de uno.

Candeleda además es un pueblo de bonitas calles sinuosas cubiertas de piedra, viviendas con encanto y numerosos monumentos que recogen la historia de sus gentes y de toda la zona; así, es interesante visitar el Museo Etnográfico, la Casa de la Judería, las construcciones religiosas o el castro vetón de El Raso, importante yacimiento arqueológico.

Los alrededores del pueblo también merecen dedicarles tiempo, con paseos en plena naturaleza, recorriendo por ejemplo las aguas de las gargantas que forman piscinas naturales. Otra opción, para los más experimentados, son las rutas de senderismo que hay en la zona, como la que lleva hasta el Puerto de Candeleda, a más de 2.000 metros de altura, pasando por el histórico Puente del Puerto.