Por lo general, me gustan mucho los restaurantes italianos. Más aún cuando basan su oferta principal en la pasta fresca. Esto fue lo me empujó a probar Laboratorio, un restaurante de pasta fresca ubicado en el Barrio de las Letras de Madrid. De fachada e interior modestos, pasa desapercibido entre tanto local de diseño que hay en la zona, pero a veces hay que ignorar las apariencias y seguir el instinto y lanzarse a probar cosas nuevas.
Aprovechando que me quedaba sola con mi hijo durante el fin de semana, el sábado fuimos a cenar al restaurante Laboratorio. Nos recibió un personal amable que, en seguida, nos ubicó en una de las cuatro mesas que tiene el local. Desde todas ellas se puede ver la cocina, que está panelada con cristales, por lo que se puede disfrutar de ver al personal en acción al tiempo que se disfruta de sus elaboraciones.
El local y sus espacios
El local de Laboratorio tiene dos zonas diferenciadas, una entrada en la que se encuentra la barra del bar, en la que un cómodo sofá, un par de butacas y una mesa de centro invitan a acomodarse y disfrutar de una bebida, y una zona en la que disfrutar de los platos de la carta, con una barra y cinco mesas altas, ideales para un encuentro informal.
La decoración es sencilla pero atrevida. Las paredes de ladrillo, las bombillas al desnudo, los tubos de ventilación descubiertos y la contra-barra de pizarra dan al local un cierto aire industrial. El ambiente es tranquilo, informal y desenfadado, acorde con la zona en la que se encuentra: el madrileño barrio de Las Letras.
Los platos
De entre la variedad de platos de la carta, nos decantamos por comenzar con dos clásicos: parmiggiana de berenjena, tomate y parmesano y pincho de polenta con yema marinada. Las elaboraciones, respetuosas con los ingredientes originales, son atrevidas. La parmiggiana estaba compuesta de una cama de verduras sobre la que descansaba una mouse de berenjena coronada por alioli que, para mi gusto, mataba el resto de sabores. Sin embargo, la polenta con yema marinada ha quedado gratamente grabada en mi memoria.
Afrontamos los platos principales siguiendo las recomendaciones del personal de la casa que nos sirvió unos ravioli de puerro y pera con salsa zabalione y unos espagueti carbonara. Sobre los ravioli, he de decir que la salsa me resultó muy dulce. La pasta estaba en su punto de cocción, pero la salsa no dejaba apreciar el relleno de los ravioli. No obstante, los espagueti carbonara estaban deliciosos. Un clásico de la cocina italiana ejecutado a la perfección.
Sobre el postre, preguntamos si nos podían servir medias raciones y el personal accedió a ello gustosamente. De nuevo nos dejamos asesorar por el personal de la casa que nos recomendó el bonet de Turín con espuma de brownie blanco y el cheesecake con melocotón caramelizado templado. Nos resultó excesiva la cantidad de nata montada con la que iban guarnecidos, que impedía disfrutar de ellos al 100%. No obstante, ambos postres estaban deliciosos.
En resumen, restaurante Laboratorio es un lugar en el que disfrutar de snacks diferentes y de auténtica y bien elaborada pasta casera, en una ubicación inmejorable en pleno centro de Madrid y con un servicio, amable hasta la médula, que te hará sentir como en casa.
Restaurante Laboratorio
Calle del León, 5
Madrid
Tel. 911 272 321
Precio: desde 18 euros por persona
Imágenes I Restaurante Laboratorio
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