Por qué en la ciudad de Ávila han estado cuatro días sin poder consumir agua potable en plena ola de calor

La Junta de Castilla de León declaró el agua del grifo como no apta para el consumo humano tras unas roturas de tuberías en el suministro

Agua
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Liliana Fuchs

Editor

Quien se haya enfrentado a un corte de agua del grifo sabrá que no se lleva demasiado bien. Si encima te toca en la primera ola de calor de verano, la situación empeora considerablemente. Es una historia que suena tristemente familiar a quienes que hemos crecido en zonas de sequía continuada, pero que choca más en otras zonas del país. Pero una situación similar han vivido los vecinos de Ávila, donde puede que no sufrieran el corte total de suministro, pero sí han estado cuatro días sin agua potable.

Fue el pasado 25 de junio cuando el Servicio Territorial de Sanidad de la Junta de Castilla y León, en una reunión de coordinación encabezada por el alcalde onubense, declaró el agua del grifo de Ávila como no apta para el consumo humano al sobrepasarse los niveles de manganeso establecidos por la legislación actual. Estos niveles se detectaron como consecuencia de unas roturas producidas en la red de abastecimiento de la ciudad.

El manganeso es un mineral que se encuentra de forma natural en la misma naturaleza, mayoritariamente en rocas y aguas subterráneas y superficiales. Es un mineral esencial desde el punto de vista nutricional para el ser humano, que ingerimos a través de la dieta, pero que en grandes cantidades puede tener efectos perjudiciales en el organismo, especialmente en niños pequeños y bebés.

Su monitorización es clave en los suministros de agua de las poblaciones en todo el mundo, pues tiende a acumularse en las tuberías, y también fomenta la absorción de otros metales potencialmente perjudiciales, como el plomo. Las autoridades sanitarias internacionales han determinado que la exposición al manganeso por encima de 0,1 mg/l se vincula con un mayor riesgo para la salud en niños menores de 5 años, pudiendo causar problemas de aprendizaje y comportamiento, así como trastornos del desarrollo neurológico.

El Ayuntamiento de Ávila estimó que la prohibición de consumir el agua del grifo se extendería, como máximo, hasta las 72 horas, aunque finalmente han sido cuatro las jornadas en las que la población no ha podido recurrir a la red pública para beber o cocinar. Se ha garantizado durante este tiempo el suministro de agua potable a los colectivos más vulnerables y a los barrios anexionados a la capital que no dispusieran establecimientos comerciales cerca para su compra.

El valor máximo legal de manganeso consensuado por el Ministerio de Sanidad con las comunidades autónomas para la calificación del agua como apta es de 80 mg/l, mientras que los análisis realizados al agua que se estaba suministrando en Ávila daban una cifra de 200 mg/l. Así, como medida preventiva, las autoridades anunciaron que no debía emplearse el agua de la red pública para la bebida, comida y elaboración de alimentos. "Sí puede emplearse sin restricciones para otros usos que no supongan su ingestión, tales como lavado de ropa, higiene personal, fregar platos, etcétera", puntualizaba el comunicado.

Finalmente, este domingo 29 de junio se he emitido un nuevo comunicado anunciando que el agua de Ávila ha recuperado los niveles adecuados de manganeso que establecen los criterios de un agua de calidad, siendo, por tanto, nuevamente potable y apta para el consumo humano, sin ningún tipo de restricción.

Imagen | Freepik

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