Ideal para desayunos y tablas de embutido, esta mantequilla de ajo te sorprenderá por su sabor intenso y su textura cremosa.
Con unos pocos ingredientes que probablemente tengas a mano en la cocina, tendrás en poco tiempo una sabrosa mantequilla que podrás disfrutar además de con pan tostado, en recetas de pasta, sobre unas patatas al horno, en sándwiches y mucho más.
Aunque puedes prepararla con el ajo al natural, nuestro secreto es hornear el ajo poniendo en práctica una sencilla técnica que elevará el sabor de nuestra mantequilla haciéndola mucho más irresistible. ¿Quieres saber cómo prepararla en casa? Pues no te pierdas nuestra receta:
Primero asaremos los ajos. Para ello, precalentamos el horno a 160ºC, cortamos el extremo de la cabeza de ajo, y la colocamos en una fuente apta para el horno cubierta con media lámina de papel sulfurizado. Vertemos un hilo de aceite de oliva, y cerramos el paquetito para hornear la cabeza de ajo 30 minutos. Sacamos la mantequilla de la nevera.
Retiramos el paquetito del horno, y lo abrimos cuidadosamente para no quemarnos con el vapor. Pelamos el ajo, retiramos el germen, y lo machacamos con un tenedor hasta obtener una pasta suave. Reservamos.
Pasamos la mantequilla a un cuenco amplio, salpimentamos al gusto, y la vamos mezclando bien con ayuda de una cuchara de madera. Añadimos el orégano, y seguimos removiendo la mantequilla hasta obtener una textura cremosa.
Añadimos la pasta de ajo, removemos bien para que quede bien integrada, y la pasamos a un tarro de cristal.

Con qué acompañar la mantequilla de ajo
Un imprescindible para acompañar esta mantequilla de ajo es un buen pan recién horneado, pero también puede usarse para aderezar sándwiches o bocadillos de todo tipo.
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