Los patés y cremas untables son una delicatessen que solemos disfrutar a la hora del aperitivo, servidos como entrante en las reuniones de picoteo y además un excelente recurso a la hora de la merienda o para empezar un menú de fiesta. Hoy queremos enseñaros este recopilatorio de 37 recetas de paté casero para disfrutar untando pan, que sin duda será práctico para todos.
A lo largo de los años, en DAP hemos hecho paté con todo tipo de ingredientes. Desde los clásicos patés de ave, hasta usando otros tipos de carnes y embutidos, patés de pescado o patés vegetales aptos para vegetarianos y veganos, y estamos encantados con la acogida que siempre dais a estas recetas. Preparad unas tostas, que ya veréis como se os van a antojar.
Patés de aves
Una de las preparaciones más sabrosas es hacer un clásico foie a la sal hecho con hígado de pato, pero haciéndolo curado en sal. Con esta sencilla receta nos lo enseñó María José, y es fácil y sabrosísimo.
Empezamos limpiando el hígado de venas; requiere de bastante paciencia. Es igual si se deshace el hígado porque después ya lo reconstruiremos de nuevo, lo importante es que quede bien limpio.
En un bol lo suficientemente grande, ponemos una venda médica, la empapamos bien con el vino de Oporto y después la escurrimos. Envolvemos el hígado en la venda médica dándole dos o tres vueltas con esta para que coja forma cilíndrica, apretando bien.
En un recipiente hondo ponemos una cama de sal, sobre esta colocamos el hígado vendado y lo tapamos con el resto de sal, sin que quede ningún punto al descubierto. Ponemos un peso encima y lo guardamos en la nevera tres días.
Lo desenvolvemos con cuidado para que no coja sal. Si no vamos a usarlo todo, podemos partirlo en dos o tres trozos y congelar bien envueltos en papel de aluminio.
Además, podemos hacer paté con otras aves económicas con el pollo, con el que hemos preparado desde el más sencillo paté de pollo hasta recetas más elaboradas como el paté de pollo y manzana con gelatina de Oporto.
También podéis hacer un original paté de pollo y jamón ideal para meriendas y aperitivos. Infalible es también el paté de perdiz, perfecto para una mesa un poquito más sofisticada y sin ninguna complejidad. O un facilísimo y delicioso paté de pollo y cebolla caramelizada, muy rico servido con quicos.
Otros patés cárnicos
Además de los patés de aves, nos encantan los patés cárnicos, comenzando con este estupendo paté de campaña con su textura más firme con algunos tropezones, ideal para saciar a los más exigentes.
Seguro que os sorprenderán este suave paté de morcilla, o su "primo" el paté untable de chorizo, dos formas alternativas de tomar embutido, untándolo en pequeñas tostas o crackers. Animaos a prepararlos en casa porque resultan sorprendentes.
Patés de pescado
Probad los patés de pescado porque os sorprenderá su sabor. El paté de bonito es muy cómodo pues lo podemos preparar en el microondas en muy poco tiempo. También nos gusta mucho el paté de cangrejo que puede ser un dip si utilizáis más crema en su elaboración. Lo mismo que sucedería con el paté de atún.
También podéis optar por preparar un paté de sardinas, cuando están en temporada, o este otro rillete de sardinas, ideal para sorprender a todos, sobre todo si lo presentáis en estas latas desechables. Otro paté excelente para acompañar de una cerveza fría es el paté de anchoas y cebolleta que se prepara en un periquete.
Si os gusta esa idea de paté de sardinas, os gustará también este apetecible paté de mejillones, un estupendo untable que también podemos utilizar para otras recetas, rellenando pimientos del piquillo, elaborando empanadillas, etc. Luego, aunque no sea un paté en puridad, no vamos a dejar de rememorar los exitazos que supone el clásico pastel de cabracho.
Para antojos o aperitivos de urgencia exprés, cuando llegan visitas inesperadas, y también resulta bien sencillo el paté de salmón o bien su versión más juguetona con estos rillettes de salmón, combinando pescado fresco y ahumado, en un juego de texturas delicioso. Obviamente, puedes recurrir a un paté de salmón ahumado exclusivamente.
Patés vegetales
Las setas y hongos y numerosas hortalizas son perfectas para preparar este tipo de elaboraciones untables similares a los patés. Un buen ejemplo es este paté de champiñones con tomillo y vino de Marsala, que dejará sin habla a todo el que lo pruebe.
No obstante, para los incrédulos que consideren que no son patés por estar hechos con vegetales, nada más evidente que lo que significa la palabra pâte en francés, es decir, pasta.
Además, esta receta de paté vegetal hecho con berenjena, lentejas y setas os dejará perplejos pues su textura es magnífica y su sabor, realmente delicioso. Lo mismo que sucede con este dip de cebollas asadas y queso, muy adictivo o con el colorido paté de remolacha. Muy socorrido es también este paté de puerros, perfecto para dipear.
También os encantarán el paté vegano de champiñones y nueces, el original paté de aguacate así como este original paté de ajos asados muy fácil de preparar.
Más opciones que no pueden faltar en la colección de untables son las opciones que podemos montar con algún lácteo, perfectos para darnos esa textura de pasta, crema o untable que tan buen resultado da como este paté de queso con Pedro Ximénez, para quedar de lujo en la mesa. O, si queréis algo más sencillo, una crema de queso, que podéis tunear para realizar esta crema untable de queso y pimientos del piquillo. Siguiendo con los lácteos, una opción refrescante es el labneh, muy fácil y fresco, ideal para cualquier momento o, ya saliendo de la 'leche', irnos al clásico baba ganoush o mutabal, conocido como paté de berenjena.
Pasando a una receta más de origen judío, tenemos el colorido tershi o paté de calabaza, y junto a él, el llamado ajvar, una especie de paté de pimientos asados. Mucho juego, también con los pimientos asados, da la muhammara, una pasta siria a base de pimientos asados y especias. Finalmente, un clásico para veganos, el paté vegetal de pipas de girasol, muy nutritivo.
Con estas recetas de paté casero para disfrutar untando pan, tenéis muchas ideas para vuestras reuniones familiares, aperitivos veraniegos y, ¿por qué no? también para las fiestas navideñas o cualquier celebración.
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