La libertad carente de verificación con la que se dejan reseñas en Google puede dar más de un disgusto a los propietarios de negocios, y demuestran a menudo que el cliente no siempre tiene la razón. Cada vez más hosteleros entran al trapo sin cortarse en responder a comentarios carentes de empatía, como aquellos clientes que no están conformes con la propia legislación vigente. Y encima protestan con muy mala educación.
Es el caso de uno de los últimos 'zascas' que ha compartido @soycamarero en su popular cuenta de Twitter, calificándolo directamente como "¡Zascote!". Tiene como protagonistas a un tal Javier y al propietario de Bambino, un café bar de Laguna de Duero (Valladolid), y el motivo de las desavenencias es la política del local de permitir perros tanto en la terraza como en el interior.
"Dejan entrar a perros dentro del local, un asco. Podrían informar", señala escuetamente el cliente, dejando una calificación de solo dos estrellas. A lo que Bambino responde tajantemente que, efectivamente, dejan entrar a perros y piensan seguir haciéndolo, añadiendo que "su visita es más agradable que la de personas como usted". Y concluye con un tajante "para asco el que da su comentario" antes de dar las gracias para finalizar la respuesta.
Una réplica directa y cortante, pero educada, que confirma que muchos propietarios de hostelería no están dispuestos a dar al cliente la razón cuando simplemente no le gustan las normas que tiene el local en cuestión. Si no te gusta como se hacen las cosas, pues es tan sencillo como no volver y buscar otro sitio más acorde con tus gustos. Los hosteleros siempre agradecen los comentarios y opiniones de los clientes, aunque no sean positivos, pero siempre que estén fundamentados y, sobre todo, expresados con educación.
Podríamos concederle a Javier el detalle de que la cafetería no informe claramente de la permisividad con los perros, pero lo cierto es que, según la normativa, no es un requisito indispensable. El acceso de las mascotas recogidas por la ley, tras la publicación del Real Decreto 1021/2022, está permitido, y es decisión del hostelero si vetar o no el mismo. Lo más lógico es que se indique con algún cartel el caso contrario, cuando esté prohibido.
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Imágenes | teksomolika -Bambino
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