Estamos ya acostumbrados a los 'sablazos' a veraneantes en destinos turísticos exclusivos. Por eso, sorprende que una de las últimas embestidas llegue de un 'take away' en un bar de Cantabria donde cuatro bocadillos –nada, a priori, del otro mundo– se han saldado con una cuenta de 68,50 euros. Es la denuncia que ha publicado SoyCamarero en sus redes sociales, colgando el ticket que un cliente pagó en un bar cántabro con cuatro bocadillos para llevar, un par de refrescos y el 'pico' del take away.
La cuenta de los bocadillos, como se aprecia en el ticket, se fue a los 62 euros, metiendo en el saco a tres bocatas de lomo (cada uno a 14 euros) y un cuarto bocadillo, en este caso de rabas, que ya se iba a los 16 euros. A ello había que sumar un par de refrescos (otros 6,5 euros) y, para rematar la faena, el estoconazo final del 'take away', cobrando cuatro euros en ese concepto que, interpretamos, se debe a preparar para llevar los bocadillos.
Cuando llega el verano se prodigan los golpes, tanto de calor como, de vez en cuando, los que llegan en algunos bares y restaurantes, haciendo que el cliente ponga el grito en el cielo cuando ve precios de lo que se cobra en algunos establecimientos de nuestro país.
Lo normal, sin embargo, es que los rejonazos acaben llegando de restaurantes de costa, donde el plus de exclusividad y vistas suelen anticipar la clavada, sobre todo si se mete arroz, vinos o mariscos en la ecuación. Pero nadie se lo espera en un bar corriente del norte, y menos por unos simples bocatas para llevar.
Como era de esperar, las críticas y comentarios han navegado entre la queja, la comprensión, el chiste y, también, la exoneración al restaurante, pues si los precios están publicados y el cliente decide quedarse y pagarlos, es también su responsabilidad.
No han faltado gracietas como un usuario que "¿eran lomo de unicornio y rabas de calamar gigante abisal?", mientras que otros preguntaban, no sin razón, que "habría que ver que tipo de bocadillo (si es elaborado...), hemos normalizado hamburguesas a 16/20 euros", aunque la mayor parte de los comentarios se han focalizado en el precio total, en la inflación y en cómo ha cambiado el coste de la vida en unos años, pero también en defensa del hostelero, si los precios eran claros de antemano, donde no faltó gente que sostenía que "pues muy bien por el restaurante. Si tiene los precios a la vista, y vende a ese precio, pues olé".
Imágenes | SoyCamarero