Por qué Heinz presume ahora de que las cajas de patatas fritas de todo el globo tienen esta icónica y familiar forma

Se trata de una lección de marketing brillante: "When it’s fried, it has to be Heinz"

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Joana Costa

Editor

A veces el diseño cuenta más historias de las que parece. Las cajas de patatas fritas, con su forma inclinada y base triangular, pueden esconder un mensaje publicitario que Heinz ha decidido reivindicar y del que se ha querido apropiar. 

La marca de ketchup tiene entre sus últimos lanzamientos publiciatios, uno donde defiende que todas las cajas de patatas fritas del mundo se inspiran en su propio logotipo (y no al revés). "¿Te suena?", interpela a los consumidores.

Esa base roja con forma de cartón para patatas fue la semilla de un símbolo global. El spot, acompañado por música clásica en crescendo, culmina con la frase "When it’s fries, it has to be Heinz" (Cuando está frito, tiene que ser Heinz), como haciendo un binomio inseparable. Un golpe de genialidad visual y conceptual que convierte la salsa en sinónimo de todo un producto.

Con este anuncio, Heinz sostiene que su logo no fue solo un adorno, sino la plantilla invisible de millones de envases, ya que cada cartón triangular remite, sin saberlo, al envase de su ketchup, que nació en 1869, antes del boom de la comida rápida y de las patatas fritas para llevar.

Según explica la misma empresa en su web, Henry nació y creció en Pittsburgh, donde a los 25 años comenzó a vender la salsa de rábano picante que preparaba su madre. Para destacar su autenticidad, optó por embotellarla en frascos de vidrio transparente, un gesto audaz frente a sus competidores, que utilizaban botellas marrones opacas para esconder mezclas adulteradas y de menor calidad.

En 1876, el Heinz Tomato Ketchup salió a la venta en Estados Unidos bajo el nombre original de Catsup. La receta, guardada en secreto, combinaba solo cinco ingredientes naturales y tomates madurados al sol. Su éxito fue inmediato, y poco después Henry J. Heinz decidió cruzar el Atlántico: su primer envío al Reino Unido se destinó nada menos que a la tienda gourmet Fortnum & Mason, en Londres.

La fuerza del color 

En cuanto a su lanzamiento publicitario, la marca juega, aparte de con la forma, con el rojo intenso de la marca, asociado al tomate, creando una conexión inmediata con las patatas fritas. La publicidad juega con esa memoria visual colectiva.

Se trata de un caso de branding emocional, en el que no se trata de enseñar el producto, sino de insinuarlo. Asimismo, el anuncio es un homenaje a décadas de consumo rápido y a la forma en que una marca puede volverse parte del paisaje mental. Una estrategia icónica que transforma lo común en universal.

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