Mantelería de un solo uso, moda o tradición

Mantelería de un solo uso, moda o tradición
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Las mantelerías de un solo uso son una opción muy común en numerosos ámbitos de la restauración, en los últimos años, segmentos en los que nunca antes se había contemplado esta posibilidad, han empezado a introducirlas en su partida habitual de servicio de mesa.

La razón de esta elección no es otra que la constante evolución de los materiales con los que se fabrican estas mantelerías, pudiendo optar hoy, por diseños y calidades muy similares, los ámbitos textil. Debe sumarse también a sus ventajas la comodidad de uso, su óptima relación calidad precio y la posibilidad que ofrecen estos materiales para poder personalizar los diseños prácticamente al estilo y necesidades de cada establecimiento.

El mantel es el vestido principal de la mesa, aunque los manteles fueron usados desde tiempos remotos, no se tiene demasiada información sobre sus primeros usos, se sabe, por ejemplo que los galos y romanos usaban manteles de lino y que estos eran algunas veces de colores. Los invitados llevaban sus propias servilletas, que hacían a la vez de fiambrera para llevarse los sobrantes a casa.

Fue durante la edad media cuando los manteles cobraron importancia y se empezaron a utilizar frecuentemente, ya que en aquel tiempo se convirtieron en objeto de admiración y se consideraban una señal de nobleza.

Solo se compartían con personas del mismo rango, la servilleta, por su parte tal y como la conocemos hoy data del siglo XVI, aunque inicialmente sus dimensiones fueron menores.

Generalmente hasta el siglo XIX, los manteles y las servilletas eran de damasco, un material con motivos idénticos para ambas caras; La llegada del algodón revolucionó el sector y debido a la suavidad del material, la producción de esta tela se industrializó gradualmente.

En el siglo XX el color comenzó a usarse en las mesas, en un principio los manteles eran de color pasteles para pasar luego a colores oscuros y brillantes, las servilletas comenzaron a hacer juego o contraste con los manteles.

Es en esta época cuando empiezan a popularizarse, también los manteles de papel, si bien en su formato individualizado ya se utilizaban desde la década de los 60 del siglo anterior, surgen como alternativa práctica y cómoda a los tradicionales manteles y pronto tienen éxito en el mercado.

La industria gráfica ligada a esta producción, empieza ponto a investigar hasta alcanzar el estado actual de desarrollo en el que es posible estampar infinidad de diseños, incluso más que en el ámbito textil. La moda de cada momento y los acontecimientos marcarán los motivos de esta mantelerías, del mismo modo, las investigaciones y desarrollos de nuevos materiales más resistentes y de mayor calidad, permiten vestir la mesa con papel sin tener que renunciar a ello, ni a la elegancia ni a la distinción, dos aspectos comprometidos hasta hace unos años por la limitación de colores, dibujos y materiales en este ámbito.

Vía | Manteles para Hoteles En Directo al Paladar | El Restaurante Atrio En Directo al Paladar | Bernard Baudry Chinon "Le Clos Guillot" 2005

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