Nos encanta el pulpo y con frecuencia lo vemos en la pescadería, pero hay veces que preferimos comprarlo cocido, a un precio mucho más caro porque podemos pensar que hacerlo es una tarea difícil. Hoy os enseñamos cómo cocer pulpo en casa para que quede perfecto con la mejor receta, indicando forma, tiempos y todo lo necesario para que os quede igual de rico que si os lo preparase el mejor pulpeiro de Galicia.
En general, os recomendamos comprar pulpos medianos, de entre 1,5 y 3 kg, que son perfectos de tamaño y os lo podréis comer, -según cuantos seáis en casa- en una, dos o tres veces, según las recetas en que utilicéis el pulpo una vez cocido con nuestras indicaciones. Pulpos más grandes son más complicados de cocer en casa y más pequeños, casi no merecen la pena para esta elaboración, y resultan mejores en recetas como este arroz con pulpitos.
La tradición dice que hay que cocer el pulpo sin sal, y que ya se salará al utilizarlo cocido en la preparación que más convenga, por lo que básicamente, solo necesitaremos el agua y una buena cacerola que tenga espacio para albergar el pulpo. Otra pista importante, no tiréis el agua de cocción cuando saquéis el pulpo cocido, resulta estupenda para hacer arroces, o guisos de legumbres en los que participe el pulpo como estas lentejas con pulpo por ejemplo.
Aunque la tradición mandaba golpear los pulpos contra las rocas para romper sus fibras y ablandarlos, hoy el proceso de elaboración del pulpo es más sencillo ya que esos golpes se han sustituido por una congelación de tres días. Así, después de descongelarlo, el pulpo saldrá tierno y en perfecto estado para cocer. Recomendamos, eso sí, descongelarlo dentro de la nevera durante un día, colocándolo a tal fin en una cacerola amplia porque soltará algo de agua, que después desecharemos.
Cuando vayamos a cocer el pulpo, ponemos una cacerola amplia con agua a fuego vivo y esperamos a que hierva a borbotones. En ese tiempo, limpiamos el pulpo bajo el agua y nos detenemos en especial en los tentáculos que pueden guardar algo de suciedad. Ya limpio, procedemos a meter y sacar el pulpo en la cacerola, agarrándolo con unas buenas pinzas, para se encoja y rice sus tentáculos. Repetimos tres veces. Así se cocerá mejor después y mantendrá la piel pegada al cuerpo. Ese proceso se conoce como asustar al pulpo.
Después, dejamos ya el pulpo dentro de la cacerola y mantenemos la cocción durante 25 a 30 minutos, según el tamaño. Para pulpos entre 1.5 kg y 2kg, yo lo compruebo a los 20-22 minutos y así tengo margen para añadir más tiempo o parar la cocción. Para ver si está ya bien cocido, podemos meter un palillo o brocheta en uno de los tentáculos y notar si ofrece o no mucha resistencia. Debemos sentir algo similar a cuando lo probamos con patatas cocidas.
Una vez veamos que está casi en su punto apagamos el fuego, y podemos dejar el pulpo dentro del agua para que se enfríe lentamente terminando de cocerse con el calor remanente. Así queda perfecto, mantiene toda su piel y está listo para su utilización en la receta elegida.
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En qué recetas puedes utilizar el pulpo cocido
Cuando tengas ya tu pulpo cocido puedes utilizarlo en muchas recetas. Puedes cortarlo en rodajas para disfrutar del clásico pulpo a feira o a la gallega, darle un calentón en las brasas de la parrilla para hacerte el pulpo a la barbacoa, si quieres hacer platos sencillos, o puedes hacer guisos o usarlo en platos más elaborados como las verdinas estofadas con pulpo o un delicioso salpicón. Todas esas recetas serán un éxito.
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