En Directo al Paladar nos preocupamos constantemente de ofreceros un recetario actualizado, sano, equilibrado y variado, pero sabemos que muchos de nuestros lectores no tienen la oportunidad de comer todos los días en casa. Trabajo y obligaciones mandan, y muchos de nuestros almuerzos se realizan en restaurantes de menú o salen directamente de la máquina de la oficina.
Comer fuera de casa no tiene por que ser ni aburrido ni poco provechoso, por eso vamos a ofrecer una serie de propuestas para hacer de estas comidas algo más sano y agradable. En muchos centros de trabajo es difícil encontrar un microondas en el que calentar los alimentos, es por ello que una de las opciones escogidas dentro de estos menús serán ensaladas, para que comer platos fríos no sea una mala experiencia. Estas serán contundentes, con una base de pasta, arroz, legumbres o patata combinadas con otros alimentos para que constituyan un plato completo.
Para complementar este plato principal, en cada capítulo ofreceremos también un bocado, algo fácil de comer con las manos como sandwichs, pitas, rollos o empanadas. Con estos dos elementos, está asegurado no volver a casa por la noche con el cuerpo traspasado por el hambre. Es recomendable añadir una pieza de fruta para media mañana o para el postre, y un snakc dulce para la media tarde. De esta manera haremos las cinco comidas recomendadas por los nutricionistas.
Equipo imprescindible
Es conveniente hacerse con un pequeño equipamiento, por llamarlo de alguna manera, para transportar la comida de manera adecuada. En primer lugar, es conveniente escoger unos cuantos envases de plástico de buena calidad y que cierren herméticamente. Estos deberán adaptarse a la medida de las raciones principales que vayamos a preparar, que dependerá de cada persona.
Los bocados pueden envolverse en papel de de conservación metálico, por lo que cuidaremos que nunca nos falte en casa. Evitaremos llevar cubiertos de metal, no resultan cómodos para este tipo de comidas y añaden un peso y un volumen a transportar innecesario. Escogeremos unos cubiertos de plástico que sirvan para varios servicios y sean lavables, compraremos un buen pack para ir sustituyéndolos con regularidad.
Para transportar nuestro menú podemos utilizar un pequeño neceser, dedicado en exclusiva a este cometido. Es conveniente tener claro cuál va a ser el volumen de nuestro menú a la hora de comprarlo. Existen en el mercado algunos productos pensados para este cometido, que incluso vienen dotados con pequeños envases y cubiertos en su interior.
El inconveniente es que son algo caros y las raciones bastante pequeñas, pero son una buena opción para no complicarse demasiado la vida. Es importante comprobar que el estuche sea fácilmente lavable y no se deforme en contacto con el agua, por lo que rechazaremos los que tengan una estructura de cartón en su interior y optaremos por los presuman de tener un cuerpo rígido plástico.
Las ensaladas deberán ser aliñadas justo antes de comerlas. Una pequeña botellita será de gran ayuda para transportar una ración de aliño, yo utilizo las que contienen muestras de aceite de oliva. Un biberón de cocina nos facilitará poder preparar grandes cantidades de aliño y depositar las dosis diarias en las botellitas.
Un buen paquete de servilletas de papel cerrará el círculo, aunque también podemos considerar utilizar servilletas de tela, una opción más ecológica.
Ingredientes
Intentaremos que los ingredientes sean saludables, aunque no siempre va a ser posible que todo sea preparado en casa; al tratarse de pequeñas raciones quizá no sea cómodo cocer legumbre, en ese caso podemos utilizar legumbre ya cocida y envasada. También es una buena opción reservar una parte de la legumbre preparada el fin de semana o para el resto de la familia. Sin embargo recomiendo que cuando se trate de patatas, pasta o arroz, las preparemos al momento.
Ciertos alimentos se pueden utilizar envasados, como las conservas de pescado, lo que nos asegurará una mejor conservación de la comida una vez preparada, pero cuando se trate de productos cárnicos, como pollo, ternera, cerdo, etc… es conveniente que sean frescos y cocinados en casa. Aquí se puede echar mano del aprovechamiento y utilizar sobras, siempre que sean frescas, del día anterior, o reservar pequeñas raciones del menú familiar. Y por último, no olvidemos tener a mano una botella de agua que nos sea fácil de recargar en el grifo, si vivimos en una zona en la que el agua es buena, o en las fuentes dispensadoras.
El menú podrá prepararse por la noche, de víspera, conservarse en frío hasta el momento de salir de casa y mantenerlo en un lugar lo más fresco posible una vez llegados a nuestro puesto de trabajo.
Espero que esta serie de posts sean de vuestro agrado y aún más, os sean útiles a la hora de comer en el trabajo de forma variada, económica y sana.
Imágenes vía | Eneas en Flickr, Valira, Procsilas en Flickr, Visualpanic en Flikr
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