Se acerca el final del año y, como es habitual, aparecen los informes que tratan de entrever cómo será el panorama gastronómico el año que viene.
La distribuidora Bibendum, una de las mayores de Reunido Unido, ha publicado su estudio sobre las tendencias del sector vitivinícola, utilizando una nueva herramienta de datos que trata de identificar las tendencias del vino a medida que surgen. “En lugar de confiar en los datos de ventas, que no revelan tendencias hasta después de que hayan comenzado, analizamos de forma experta las últimas cartas de vinos de más de 60 establecimientos líderes en la industria, desde bares de copas hasta restaurantes con estrellas Michelin”, explican los autores del informe.
El resultado de este análisis arroja ocho tendencias que, aunque se centran en el mercado británico, tienen interés para el conjunto de una industria cada vez más globalizada. Y no son positivas para España, el único gran país productor que ni siquiera se nombra en todo el informe. Son estas:
1. La uva cabernet franc sigue creciendo
La cabernet franc es una de las uvas tintas más plantadas en el mundo y su presencia en las bodegas no deja de crecer –no tanto en España, donde su presencia sigue siendo escasa–. Esta variedad de uva se lleva utilizando desde finales del siglo XVIII, mezclada con cabernet sauvignon o merlot, en los vinos de Burdeos, pero hoy no se limita a los vinos franceses.
“La última tendencia muestra que la mitad de las cartas de vino premium tendrán una o más variedades de cabernet franc de otras partes del mundo”, apunta el informe. “Las cartas no se limitan a un solo país, con presencia de vinos del Sudáfrica, California, Chile y Canadá”.
2. Más vinos de América
“Hay mucho interés por los vinos americanos, más allá de los de Chile, Argentina y EEUU”, apunta el informe. “En el sur, Uruguay parece ser la respuesta a ‘¿quién es el siguiente?’. Los vinos del país se encuentran en el 39 % de las cartas de vinos premium. La fuerza de esta tendencia es la diversidad: no solo se trata de tannat, la variedad estrella del país, sino que también aparecen blancos, otros tintos, espumosos y vinos de postre”.
También está creciendo el interés por el vino de Canadá. “Conocida por su producción de vino de hielo, el 30 % de las cartas premium tiene ahora también vinos tintos del país”, asegura el informe. “Se trata de precios elevados, empezando por las 60 libras la botella, lo que encaja con la tendencia actual hacia la premiumización”.
3. El auge de uvas autóctonas de Italia
Más allá de los vinos de la Toscana y del Piamonte, existe cada vez mayor interés en torno a uvas autóctonas de otras regiones de Italia, sobre todo en lo que respecta a los vinos blancos.
“Desde Garganega hasta Nero d’Avola, no hay escasez de uvas interesantes que producen vinos con verdadera identidad”, apunta el informe. “Una variedad que ha tenido un desempeño particularmente bueno es fiano, sus ventas en Bibendum crecieron un 63 % por volumen en el último año. Aparece en 2 de cada 5 cartas premium, y no solo en el nivel barato, la mayoría de los vinos presentados tienen un precio de 50 libras o más”.
4. Otros vinos franceses
Más allá de los Burdeos o Borgoñas hay cada vez más interés en Denominaciones de Origen francesas menos conocidas, como Saboya o Jura. En concreto, más de la mitad de las cartas, asegura el informe, tienen algún Saboya.
“Saboya está cerca de la frontera suiza y como tal, cerca de muchas estaciones de esquí, dando como resultado que estos vinos sean ampliamente consumidos localmente, y haya muy pocas exportaciones”, asegura Robert Mathias, cliente mayorista de Bibendum. “La producción de vinos más ligeros de uvas autóctonas, con una gran relación calidad-precio, hace que sea una región que merece la pena explorar”.
5. Vinos veganos
El número de veganos no deja de crecer en toda Europa y con ellos los consumidores que demandan vinos sin ningún rastro de productos animales, algo mucho más común de lo que parece.
En concreto, el ingrediente del conflicto es la llamada cola de pescado. Se trata de un producto obtenido de la vejiga de algunas especies de peces, especialmente el esturión o la carpa, que se emplea para elaborar gelatinas que sirven como agente clarificador de la cerveza y del vino.
“Todos los consumidores son, con razón, conscientes de lo que comen y beben, y la tendencia del veganismo se ha vuelto importante en el vino”, asegura el director de compras de Bibendum, Andrew Shaw. “Muchos de nuestros productores líderes reconocen esto y producen vinos aptos para veganos”.
6. Vinos croatas
Tras el éxito de los vinos húngaros, Croacia parece ser el siguiente país de Europa del Este cuyos vinos se van a poner de moda. Más de un tercio de las cartas estudiadas tienen uno o más vinos croatas, con una gran variedad de estilos y precios.
“Ofrece una fascinante mezcla de variedades autóctonas e internacionales en sus cuatro principales regiones vitivinícolas”, asegura el cliente de Bibendum Jamie Avenell.
7. Uvas autóctonas de Sudamérica
“Aunque aún es pronto, 1 de cada 5 puntos de venta incluye ya [la uvas] país de Chile o la bonarda argentina”, apunta el informe. “Basándose en la creciente disposición de los consumidores a probar algo nuevo, estas tendencias pueden ayudar a Chile y Argentina a marcar la diferencia”.
Ambos países tienen buenos vinos elaborados con sauvignon blanc, merlot o chardonnay, pero los consumidores están cada vez más intreresados en probar cosas nuevas y valoran enormemente la presencia de variedades de uvas menos conocidas.
8. El sake sigue creciendo
Aunque el sake es un vino de arroz, el informe insiste en colocarlo en esta lista de tendencias, pues compite directamente con el vino de uva. Dos de cada cinco cartas de vino de los grandes restaurantes incluyen al menos alguna referencia de sake, pero es que además la mitad de estas cartas incluyen ya una sección entera de botellas.
Imágenes | Pexels/Hanzell Vineyards/C./Menthineraih/Tim Ertl/Juan Benavente