Todo lo que puedes limpiar con oxígeno activo (y no sabías)

Este compuesto ha pasado de ser una rareza a convertirse en un básico de limpieza versátil, eficaz y menos agresivo que otros productos convencionales

Pexels Rdne 5591460 1
Sin comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
joana-costa

Joana Costa

Editor

Hay un nuevo protagonista en las rutinas de limpieza doméstica, y no es precisamente un influencer. El oxígeno activo, ese término que suena a laboratorio y a marketing ecológico, ha empezado a aparecer en más botellas de limpieza que el vinagre blanco.

No hace espuma, no huele fuerte y, sin embargo, desinfecta con una eficacia que hace sospechar que algo tiene que estar mal. Pero no, lo cierto es que funciona, y muy bien, con solvencia.

Durante años, los hogares han confiado en lejías, amoniacos y detergentes multicolor para mantener a raya las bacterias. Pero esa supremacía está siendo cuestionada por fórmulas más respetuosas con el entorno y menos invasivas con los materiales.

El oxígeno activo no se vende como una revolución, pero en la práctica está renovando la forma en que se higieniza todo, desde superficies hasta textiles, ya sea en cubeta o disuelto en agua. Este producto es ideal para limpiar muchas superficies del hogar, no solo de la ropa.

El truco de su eficacia está en su estructura: al descomponerse, libera peróxido de hidrógeno, un compuesto que oxida y destruye microorganismos sin dejar residuos más agresivos. Lo que suena a pócima química es, en realidad, una alternativa más segura y menos contaminante. Su versatilidad permite aplicarlo en múltiples superficies sin temor a dañar colores, texturas o acabados.

Un vistazo a…
Cómo limpiar el microondas en 5 min.

Zonas sensibles de la encimera

Desde baños hasta juguetes infantiles, el oxígeno activo limpia sin agredir. Es ideal para zonas sensibles como encimeras de cocina, donde no se desea el más mínimo rastro de sustancias agresivas.

En los textiles

Además, su capacidad desodorizante permite neutralizar olores persistentes en la ropa y en los textiles del hogar sin recurrir a perfumes artificiales. La eficacia silenciosa es una de sus armas más poderosas.

En tejidos, por ejemplo, elimina manchas sin deteriorar las fibras. Ropa deportiva, alfombras o cortinas: todo puede beneficiarse de su acción. Al descomponerse en agua y oxígeno, no deja restos irritantes, algo que agradecen quienes tienen la piel sensible o sufren alergias.

En electrodomésticos

Y si hablamos de limpieza profunda, su uso en lavadoras, lavavajillas y electrodomésticos también está ganando terreno. Disuelve grasa, residuos y moho sin corrosión. En combinación con agua caliente, se convierte en un desinfectante doméstico muy potente, pero sin los efectos secundarios del cloro. La seguridad ambiental no es un lujo, sino una necesidad creciente.

Este ingrediente se ha convertido también en aliado de quienes buscan un hogar más sostenible. Su bajo impacto ecológico y su capacidad de degradarse sin contaminar lo posicionan como una opción razonable frente a productos más agresivos. Lo que antes era un extra ahora se exige como norma.

Frente a la desconfianza inicial, el oxígeno activo ha demostrado que no es humo verde ni promesa hueca. Está presente, por ejemplo, en productos de primeras marcas, pero también en versiones genéricas más accesibles. La tendencia apunta a que lo veremos cada vez más en hogares que buscan limpieza sin renunciar a la consciencia ecológica.

Foto | RDNE Stock project

En DAP | “No hace falta suavizante”: cómo utilizar el detergente para que la ropa quede perfecta sin depender de otro producto

En DAP | Vinagre blanco y vinagre de limpieza no son lo mismo: en qué se diferencian y cómo usarlos bien

Inicio
×

Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información