Al bizcocho de zanahoria de Eva Arguiñano le pondría yo un piso, así os lo decimos. Aunque también lo calificaríamos más de torta o pastel que de bizcocho, pero eso no quita para que sea una maravilla. Jugoso hasta decir basta, con un toque a limón y licor que conquista el paladar y muy (pero que muy) fácil de preparar. Un chollo de receta.
Lo de torta o pastel es porque no lleva levadura y la miga queda densa. Algo que no os molestará en absoluto cuando lo hagáis porque es delicioso. Hemos reducido la cantidad de azúcar ligeramente, nos gustan los dulces no muy dulces y la zanahoria ya le aporta dulzor a la masa. Por lo demás, hemos seguido la receta al pie de la letra. Somos de un obediente.
En un recipiente amplio y hondo mezclamos los huevos con el azúcar, el licor y la ralladura de un limón. Lavamos y pelamos un par de zanahorias, las pasamos por un rallador fino (cuando más fino, mejor quedará el bizcocho) y pesamos 150 gramos.
Añadimos la zanahoria rallada, la almendra molida y la harina de trigo. Removemos hasta obtener una masa homogénea con la que rellenamos un molde de base desmoldable de 18 cm. Cocemos en el horno, precalentado a 180º C, con calor arriba y abajo, durante 30 minutos.
Antes de desmoldar conviene dejar enfriar el bizcocho dentro del molde. Para que quede más jugoso todavía, podemos meter el molde dentro de una bolsa de plástico según lo sacamos del horno. El vapor que se genera en su interior le aportará una textura increíble.
Con qué acompañar el bizcocho de zanahoria de Eva Arguiñano
Eva Arguiñano recomienda acompañar su bizcocho de zanahoria con una bola de helado, algo que le va genial si se sirve como postre. Pero no es necesario si se toma a la hora del desayuno o la merienda. Tal cual, sin más compañía que una bebida (café, té, leche,...), está de muerte lenta.
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