El granizado de cerezas es uno de esos dulces que cuesta muy poco esfuerzo preparar y es el arma perfecta para combatir el calor. Esta receta en concreto se elabora partiendo de una base de cerezas deshuesadas congeladas, que se trituran con un almíbar y zumo de limón. No requiere de heladera, punto a su favor, aunque es necesario contar con una batidora potente que resista a la dureza de la fruta congelada.
Es un postre refrescante y delicioso, que entra sin sentir, y mucho más digestivo que los tradicionales helados. Si tenéis cerezas a mano ¿por qué no os animáis a prepararlo? Con este granizado de cerezas tendréis el éxito asegurado.
Lavamos las cerezas, las deshuesamos y las introducimos en el congelador durante unas 4 horas o hasta que estén congeladas. Mientras tanto calentamos el agua, el azúcar, el zumo de limón y un pellizco de sal. Cuando alcance el punto de ebullición contamos dos minutos, apagamos y retiramos. Dejamos enfriar antes de usar.
Una vez congeladas las cerezas las introducimos en el vaso de una batidora potente o robot de cocina junto con el almíbar frío. Trituramos el tiempo suficiente para conseguir un puré cremoso. Nosotros hemos usado un robot convencional y tardado cuatro minutos. Servimos inmediatamente o guardamos en el congelador hasta el momento de consumir.
Con qué acompañar el granizado de cerezas
Este granizado de cerezas no necesita acompañamiento. Es perfecto para servir a la hora del postre, como digestivo en un día de calor. Es refrescante y el cuerpo lo agradecerá. Podemos servirlo con una copita o un chorrito de kirsch, solo para adultos.