Hace unos días celebramos la festividad de San Pedro. Donde vivo es fiesta local, así que nos reunimos cada año por la noche para hacer una cena tipo picnic. Por supuesto, todos aportamos algo, y entre otras cosas nosotros llevamos esta tarta de nectarinas.
No es habitual que utilice esta fruta para postres, pero había visto en Pinterest una tarta que las utilizaba en la cobertura, y enseguida se me antojó hacer lo mismo. La base y el relleno es el mismo que utilizo, aunque esta vez, por falta de provisiones, hice la crema mezclando frutos secos.
Empezamos haciendo la base. Mezclamos la mantequilla con el azúcar y lo batimos hasta que tengamos una crema blanca y con volumen. Añadimos el huevo mientras seguimos batiendo, y lo mismo con el zumo de naranja. Aparte unimos la harina con la levadura y la sal, y la agregamos tamizada a la mezcla anterior.
Obtendremos una masa muy suave y blanda, un poco quebradiza. Hacemos una bola, la envolvemos en film transparente y refrigeramos durante una hora. Sacamos la masa de la nevera y forramos un molde de 28 cm para tarta. Es conveniente que sea un molde tipo tartaleta desmontable, así no tendremos problemas a la hora de la presentación.
Colocamos la masa en el centro del molde, y con la palma de la mano la estiramos poco a poco hasta llegar a los bordes. Cubrimos con film y metemos en el congelador unos minutos mientras hacemos el relleno.
En un cuenco batimos la mantequilla con el azúcar hasta obtener una crema. Añadimos los huevos uno a uno hasta que se integren completamente. Picamos los frutos secos hasta que no quede casi granillo. Los añadimos a la crema, y por último echamos la harina. Unimos todo hasta que la ésta sea homogénea.
Precalentamos el horno a 180º con calor arriba abajo. Sacamos el molde del congelador, pinchamos la base de la tarta con un tenedor y la cubrimos con el relleno. Cortamos las nectarinas con piel, una vez lavadas y secas, en rodajas finas y las colocamos de forma armoniosa sobre la crema. Adornamos con la almendra y los pistachos.
Horneamos durante unos 25 minutos hasta que la masa y las almendras estén doradas. Retiramos a una rejilla y dejamos enfriar.
Con qué acompañar la tarta de nectarinas
Esta tarta es una delicia tanto tibia, fría o si preferís hacerla el día anterior, fresquita de la nevera. El contraste de la crema dulce y el pequeño ácido que aporta la fruta es delicioso. Os recomiendo que probéis la tarta de nectarinasya que además se puede hacer por tramos y es muy sencilla.
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